La Unión Europea (UE) ha experimentado una fuerte disminución de los cruces fronterizos irregulares en 2024.
Un informe de su agencia de control fronterizo, Frontex, reveló que los datos preliminares muestran una reducción del 38% en los cruces fronterizos irregulares, la cifra más baja desde 2021, un período en el que la migración también se vio limitada por la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, estos números reflejan detecciones, lo que significa que es posible que los individuos hayan sido contados varias veces si cruzaron en diferentes puntos.
El informe atribuyó la disminución a una mayor cooperación entre las naciones de la UE y a los esfuerzos para desmantelar las redes de contrabando.
En 2024, se detectaron poco más de 239.000 cruces fronterizos irregulares en las fronteras exteriores de la UE.
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A pesar de este progreso, persisten desafíos, incluidos viajes marítimos peligrosos que resultan en pérdidas de vidas y la creciente sofisticación de las operaciones de contrabando, una preocupación que resuena en naciones africanas como Libia, Túnez y Marruecos, que sirven como importantes puntos de tránsito para los migrantes que se dirigen a Europa.
Si bien las cifras generales cayeron, persisten en toda Europa las preocupaciones sobre la migración no regulada. El sentimiento público sobre la inmigración ha influido significativamente en los paisajes políticos, impulsando el surgimiento de partidos de extrema derecha que se oponen a aceptar un gran número de refugiados, como se vio en Alemania y Austria.
Estos debates políticos reflejan el creciente discurso en las naciones africanas sobre la migración intrarregional, particularmente en lo que respecta a la superpoblación urbana y las limitaciones de recursos.
Un factor clave de la disminución fue una reducción del 59% en los cruces a lo largo de la ruta del Mediterráneo central, vinculada a menos salidas desde países del norte de África como Túnez y Libia.
La ruta de los Balcanes Occidentales también experimentó una caída del 78%, tras las iniciativas regionales para frenar las llegadas irregulares. Estos éxitos subrayan el valor de las colaboraciones internacionales específicas, un modelo que bloques africanos como la CEDEAO y la Unión Africana (UA) podrían adoptar para abordar la migración irregular dentro del continente.
Por el contrario, las llegadas irregulares aumentaron un 18 % a lo largo de la ruta de las Islas Canarias, con casi 47.000 detecciones registradas en 2024, la cifra más alta desde que comenzó la recopilación de datos en 2009.
Las islas, ubicadas frente a la costa de África occidental, se están convirtiendo en una puerta de entrada fundamental para los inmigrantes de países como Senegal, Mauritania y Nigeria que buscan oportunidades en Europa.
Esta tendencia señala la necesidad de una mayor cooperación entre los gobiernos africanos y las autoridades europeas para mitigar los riesgos y crear vías migratorias sostenibles.
El director ejecutivo de Frontex, Hans Leijtens, destacó la dinámica cambiante de la migración. “Si bien en 2024 se produjo una reducción significativa de los cruces fronterizos irregulares, también se pusieron de relieve los riesgos emergentes”, afirmó.
Regiones como el Sahel, plagadas de conflictos e inestabilidad económica, continúan impulsando los flujos migratorios hacia Europa, una situación que se refleja en las tendencias migratorias internas dentro de África.
Más de 40.000 personas desaparecidas en África debido a los conflictos y la migración