La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, presentó el miércoles nuevas sanciones contra el Kremlin que incluirán una eliminación gradual de seis meses de las importaciones de crudo ruso.
La invasión no provocada de Rusia a Ucrania y la evidencia de crímenes de guerra han empujado a la UE a tomar medidas más audaces sobre las sanciones energéticas. Pero imponer medidas que podrían reducir o cortar por completo el suministro de energía ruso a la UE ha sido una tarea complicada para el bloque.
Esto se debe a que la región depende de Rusia para varias fuentes de energía, incluido el petróleo. En 2020, las importaciones de petróleo ruso representaron alrededor del 25% de las compras de crudo del bloque, según el oficina de estadísticas de la región.
“Seamos claros: no será fácil”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante un discurso en el Parlamento Europeo el miércoles.
«Algunos estados miembros dependen en gran medida del petróleo ruso. Pero simplemente tenemos que trabajar en ello. Ahora proponemos una prohibición del petróleo ruso. Esta será una prohibición total de importación de todo el petróleo ruso, transportado por mar y por oleoductos, crudo y refinado».
Exenciones
La prohibición había sido un tema muy controvertido dentro de la UE, pero la medida cobró más impulso después de que Alemania respaldara la idea. Dos naciones de la UE — Eslovaquia y Hungría, que dependen en gran medida de la energía rusa, han estado exigiendo exenciones.
Von der Leyen optó por no dar detalles sobre las exenciones durante su discurso, pero tres funcionarios de la UE, que no quisieron ser nombrados debido a la naturaleza delicada del tema, confirmaron a CNBC que la propuesta de la comisión incluye esta flexibilidad: dar a Hungría y Eslovaquia un período de tiempo más largo para eliminar el petróleo ruso.
Dos de los funcionarios anónimos dijeron que ambas naciones tendrán hasta fines de 2023 para detener las importaciones de petróleo ruso.
Hablando el miércoles, von der Leyen explicó que el período de eliminación gradual de seis meses para la mayoría de las naciones de la UE daría tiempo para que los mercados de productos básicos se ajusten.
«Maximizamos la presión sobre Rusia y, al mismo tiempo, minimizamos los daños colaterales para nosotros y nuestros socios en todo el mundo. Porque para ayudar a Ucrania, nuestra propia economía debe mantenerse fuerte», agregó.
La guerra en Ucrania ha traído nuevas preocupaciones económicas para la UE. La región había comenzado el año con una base positiva después de dos años de lidiar con la pandemia de coronavirus, pero eso terminó abruptamente a medida que se desarrollaba el conflicto en Ucrania.