La Unión Europea (UE) condenó el lunes (4 de abril) la matanza de civiles en áreas del norte de Ucrania recuperadas de las tropas rusas. Un portavoz del jefe de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, Peter Stano, acusó a Rusia de “asesinar a civiles, destruir infraestructura civil, violar el derecho internacional humanitario y cometer crímenes de guerra”.
Dijo que el bloque de 27 miembros seguiría apoyando a Ucrania y agregó que se estaba preparando una nueva ronda de sanciones.
“Avanzaremos, con carácter de urgencia, en el trabajo sobre más sanciones contra la maquinaria de guerra asesina del Kremlin”, dijo Stano en una rueda de prensa regular.
Los comentarios se produjeron después de que las autoridades ucranianas anunciaran que estaban investigando posibles crímenes de guerra allí, una descripción que también usó el presidente francés, Emmanuel Macron. El Kremlin negó categóricamente cualquier acusación relacionada con el asesinato de civiles en la localidad ucraniana de Bucha.
Los informes en Bucha vieron a un hombre tirado al borde de la carretera, con las manos atadas a la espalda y una herida de bala en la cabeza. Una fosa común en una iglesia permaneció abierta, con manos y pies asomando a través de la arcilla roja amontonada encima.
Las imágenes también estaban destinadas a eclipsar las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, que se reiniciarán por enlace de video el lunes en un contexto de bombardeos de artillería en el sur y el este de Ucrania, donde Rusia dice que ahora está enfocando sus operaciones después de retirarse de los alrededores de Kiev.