“Durante las últimas semanas, la situación de seguridad en el este de la RDC se ha deteriorado drásticamente”, dijo el Representante Especial Bintou Keita, y señaló que desde octubre, el grupo rebelde M23 reanudó las hostilidades y extendió su control en la provincia de Kivu del Norte.
Refuerzo del apoyo
En respuesta, MONUSCO ha continuado brindando apoyo operativo, logístico y táctico tanto a las fuerzas armadas congoleñas como a la policía nacional para enfrentar al M23 y otros grupos armados.
Se han realizado patrullas robustas en Goma y sus alrededores para proteger a los civiles y disuadir al M23 de avanzar más hacia la ciudad, dijo.
Y la Misión agregó más redes comunitarias de alerta en zonas vulnerables.
Crímenes atroces
El jefe de la MONUSCO describió las denuncias de abusos contra los derechos humanos por parte de combatientes del M23 en Kishishe y Bambo, territorio de Rutshuru, y en Kivu del Norte, como «gravemente preocupantes», en las que al menos 102 hombres, 17 mujeres y 12 niños fueron «muertos a tiros o asesinados con cuchillas». armas”.
Además, continuó, los combatientes del M23 violaron al menos a 22 mujeres, destruyeron cuatro escuelas y ocuparon otras dos.
“Hago un llamamiento a este Consejo para que condene estos crímenes con la máxima severidad.…[and] exigir la liberación inmediata de los sobrevivientes a los que el M23 impidió salir de la zona”, subrayó.
“Los responsables de estas y otras atrocidades contra la población civil deben ser juzgados a nivel nacional o internacional”.
Los delitos afectan las operaciones de la ONU
El deterioro de la situación de la seguridad también plantea riesgos para las operaciones de la MONUSCO.
El alto funcionario de la ONU se refirió a un ataque armado a la base de la Misión en Minembwe, Kivu del Sur, que cobró la vida de un pacificador en septiembre.
“Condeno este atentado, cuyos autores deben ser juzgados con la mayor firmeza”, puntualizó.
Crisis humanitaria en curso
La Sra. Keita citó a los grupos armados como una de las principales razones por las que la República Democrática del Congo alberga el mayor número de desplazados internos en África.
“Se estima que 370.000 personas más han sido desarraigadas y forzadas a abandonar sus hogares en la última ronda de hostilidades, que involucra al M23”, continuó, y agregó que la violencia intercomunitaria en las provincias occidentales también ha provocado el desplazamiento de más de 50.000, en su mayoría mujeres y niños.
“En este ambiente peligroso, y a pesar de las persistentes restricciones de acceso… los actores humanitarios continúan brindando ayuda indispensable y servicios para salvar vidas”, continuó el jefe de MONUSCO, instando a los socios a “continuar apoyando activamente” la Respuesta Humanitaria y los planes de respuesta de Kivu del Norte.
Diplomacia en el trabajo
El alto funcionario de la ONU actualizó sobre las iniciativas regionales intensificadas que apoyan la Hoja de Ruta de Luanda, así como el progreso realizado en el contexto del Proceso de Nairobi.
“Desde abril de 2022, la Misión ha brindado apoyo político, técnico y logístico a la Secretaría conjunta de la República Democrática del Congo y Kenia” para realizar consultas entre el Gobierno y los grupos armados congoleños, dijo.
Minicumbre
La Sra. Keita informó a los embajadores de una Mini Cumbre celebrada el mes pasado en Luanda, durante la cual se llegó a un acuerdo sobre medidas para abordar la situación en el este de la RDC que prevé un papel operativo para MONUSCO, en coordinación con la Comunidad de África Oriental (EAC) Regional Fuerza y la ad hoc mecanismo de verificación.
“En primer lugar, el M23 debe cesar todas las hostilidades y retirarse de las áreas ocupadas de acuerdo con la hoja de ruta establecida en el Comunicado Final de la Mini Cumbre de Luanda”, dijo, y agregó que el Gobierno de la RDC había solicitado formalmente la participación de MONUSCO en la implementación de la comunicado.
“Reitero la disposición de la Misión para aprovechar las capacidades a su disposición en apoyo de las iniciativas regionales de paz en curso…[and] esperamos comprometernos más con el gobierno de la RDC y los socios regionales para definir el papel de la Misión en los esfuerzos para traducir las decisiones tomadas en el marco de Luanda y Nairobi en una realidad sobre el terreno”, concluyó.