Han pasado casi tres años desde la invasión rusa a gran escala de Ucrania el 24 de febrero de 2021, que ha matado a miles de civiles y destruido infraestructuras vitales, poniendo a la economía bajo una enorme presión.
La ONU ha registrado más de 28.000 víctimas civiles y más de 10.000 muertes, pero reconoce que es muy probable que la cifra real sea mayor.
A medida que aumentan los cambios en la línea del frente y las hostilidades, se estima que más de 14 millones de ucranianos necesitan asistencia humanitaria. El conflicto es responsable de la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 6,3 millones de refugiados han huido a países vecinos y 3,7 millones de personas están desplazadas internamente.
Eso significa que casi un tercio de la población se ha visto obligada a huir de sus hogares, incluidos más de la mitad de todos los niños ucranianos. Alrededor del 30 por ciento de los empleos que existían antes de la invasión han sido eliminados, y la población ha enfrentado aumentos de impuestos y escasez de fondos, sin mencionar los frecuentes cortes de energía resultantes de ataques a la infraestructura energética.
Salvavidas de ayuda de la ONU: millones de personas apoyadas en medio de la devastación
Durante todo el conflicto, la ONU ha estado en el centro de las operaciones de ayuda, trabajando estrechamente con las autoridades ucranianas, organizaciones asociadas locales y voluntarios para garantizar que la asistencia llegue a quienes la necesitan, particularmente en las comunidades de primera línea.
En todas partes del país se moviliza ayuda de emergencia tras los ataques. Las agencias de la ONU están ayudando a desminar, retirar escombros, brindar servicios básicos, encontrar refugio para personas desplazadas y brindar atención médica, incluida salud mental y apoyo psicosocial. Sólo el año pasado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) apoyó a 1,6 millones de ucranianos cada mes proporcionándoles asistencia alimentaria y en efectivo, desminado de tierras agrícolas y apoyando programas de alimentación en escuelas y otras instituciones, mientras que la oficina humanitaria de la ONU llegó a 2,6 millones de personas con asistencia sanitaria en el transcurso de 2024.
A pesar de los continuos bombardeos, Ucrania se está reconstruyendo. . Hay decenas de proyectos en preparación, centrados en la construcción y reparación de escuelas, guarderías, hospitales, viviendas sociales, sistemas de calefacción y agua, y otras infraestructuras sociales.
Los continuos ataques no frenan los esfuerzos por reconstruir la infraestructura energética dañada. Las agencias y socios de las Naciones Unidas están proporcionando más de 500 MW de generación de energía crítica y capacidad solar para garantizar el acceso a la electricidad, la calefacción y el agua.
Se ha prestado una atención decisiva a la descentralización para garantizar que todas las regiones, incluidas las pequeñas ciudades y aldeas, dependan menos del suministro de electricidad de grandes centrales eléctricas centralizadas, reduciendo la vulnerabilidad a los apagones en caso de un ataque aéreo. Mientras que la destrucción de una gran central eléctrica podría paralizar una amplia zona y aislar a decenas de miles de personas de la red, un sistema descentralizado con un gran número de pequeñas centrales renovables está en mejores condiciones de resistir un ataque: los paneles solares impactan en un El bombardeo puede ser reemplazado en un solo día. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo está fomentando este nuevo enfoque, ayudando en todo, desde negociaciones de contratos hasta capacitación en instalación de paneles solares.
‘El futuro comienza tan pronto como se apaguen las sirenas’
A pesar del gran número de personas que abandonaron el país, muchos de los que se quedaron están contentos con quedarse, según altos funcionarios de la ONU. Para Matthias Schmale, coordinador residente y humanitario de la ONU en Ucrania, la voluntad de la población de soportar e incluso prosperar durante el conflicto es una señal notable de su resiliencia.
En declaraciones a Noticias ONU, Schmale expresó su esperanza de que el compromiso de la ONU de apoyar a los ucranianos durante el tiempo que sea necesario les dé esperanzas de un futuro más digno. “Veo que la gente empieza a reconstruir lo antes posible, ya sean negocios, casas o vidas. El futuro comienza tan pronto como las sirenas dejan de sonar. La gente no quiere irse”.
La fortaleza de la población también es elogiada por Kenan Madi, jefe de operaciones de campo de Unicef Ucrania. “A pesar de los desafíos, a pesar de todo lo que están pasando, todos quieren quedarse en su zona, en sus aldeas. No quieren irse”, dijo a Noticias ONU en una entrevista reciente. Nadie sueña con irse. Es todo lo contrario. Todo el mundo sueña con quedarse. Me da la seguridad de que, con suerte, cuando esta guerra termine, la población ucraniana estará lista para comenzar inmediatamente a reconstruir de una mejor manera y reconstruir mejor”.
La caracterización de los ucranianos como un pueblo resiliente va más allá de lo anecdótico: una gran escala Estudio 2024 respaldado por la ONUbasado en entrevistas en profundidad con más de 7.000 encuestados en todos los territorios bajo control gubernamental, mostró que los ucranianos siguen demostrando un fuerte sentido de identidad nacional y de pertenencia a su patria. Los hallazgos resaltan la fuerza de la identidad nacional de Ucrania como una importante fuerza unificadora frente a la guerra en curso.
Un camino costoso hacia la recuperación
Sin embargo, los desafíos que enfrenta el país son enormes y extremadamente costosos. El costo total de la reconstrucción y la recuperación se estima ahora en alrededor de 411 mil millones de dólares, según una evaluación conjunta del gobierno ucraniano, el Banco Mundial, la Comisión Europea y la ONU.
Con las temperaturas invernales cayendo muy por debajo del punto de congelación, el plan humanitario de respuesta invernal de la ONU tiene como objetivo abordar las necesidades de emergencia, incluido el suministro de combustible sólido, asistencia en efectivo y reparaciones del sistema de agua. Se necesitan unos 500 millones de dólares para implementar plenamente estos esfuerzos para marzo de 2025.
En los próximos días, funcionarios humanitarios de la ONU viajarán a Ucrania para evaluar la situación más reciente, antes del lanzamiento de un nuevo llamamiento humanitario. Además, un llamamiento humanitario más amplio por 2.200 millones de dólares Se está preparando un programa para 2025 para ayudar a unos 12,7 millones de personas.