Parte de una prisión histórica en la idílica isla de Pianosa, donde estuvieron recluidos los gánsteres más famosos de Italia, ha sido restaurada para promover el turismo.
Situada entre Córcega y la Toscana continental, en el mar Tirreno de Italia, se encuentra la remota pero paradisíaca isla de Pianosa, donde algunos de los criminales y mafiosos más notorios de Italia han cumplido largas penas de prisión.
Ahora, la isla –con una población actual de cinco personas– abrirá una sección recientemente renovada de una prisión abandonada en un intento por aumentar el número de visitantes. Conocida como la «Alcatraz del mar Tirreno», Pianosa se convirtió en una colonia penal bajo el reinado de Leopoldo II, gran duque de Toscana en 1856. Sirvió como isla prisión desde la época romana hasta la década de 1990.
En 1992, unos 55 jefes de la mafia, incluido Michele ‘el Papa’ Greco, el primer jefe de la mafia siciliana, fueron encarcelados y retenidos en régimen de incomunicación en la isla tras los asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
Programa de rehabilitación
Cinco años después, el gobierno italiano decidió cerrar definitivamente la prisión y trasladar a los prisioneros, dejando la isla abandonada. A partir de entonces, la isla pasó a estar bajo la gestión del Parque Nacional del Archipiélago Toscano, que llevó a cabo una restauración de una parte de la prisión y que ahora está abierta al público.
La isla ha seguido vinculada al sistema penitenciario como parte de un innovador programa de rehabilitación; Los delincuentes condenados que han cumplido un tercio de su condena son trasladados a Pianosa para trabajar como cocineros, recepcionistas y limpiadores en el Hotel Milenael único de la isla.