Se incautaron más de dos toneladas de drogas y se detuvo a 21 personas tras una operación conjunta en la que participaron las policías portuguesa y española.
Como se informó en una declaración de la Policía Judicial de Portugal el jueves 13 de julio se inició una investigación en conjunto con Policía Nacional de España. Su objetivo era combatir una organización criminal sospechosa de tráfico internacional de drogas.
En septiembre de 2022, un vehículo de transporte de mercancías pesadas procedente de Portugal fue inspeccionado en territorio francés. Durante el allanamiento, las autoridades de ese país encontraron y decomisaron unos 485 kg de hachís que se encontraba escondido en la zona de carga.
Esta situación llamó la atención de los Policía Judicial. A través de la Dirección del Norte, la fuerza inició una investigación con el objetivo de conocer la verdadera dimensión de la red criminal e identificar posibles sospechosos en el territorio nacional.
Se sospechaba que una banda abastecía otras redes en Europa
La investigación reveló pruebas de la existencia de un grupo criminal en Portugal. Eran sospechosos de prestar a importantes redes de narcotráfico en España un servicio de transporte de grandes cantidades de productos estupefacientes que posteriormente se distribuían a otros países del centro de Europa.
Al darse cuenta de cómo operaba esta organización, la Policía Judicial compartió la información con el Cuerpo Nacional de Policía de España. Solicitaron la vigilancia de un camión que, saliendo de Portugal con mercancías legales, se dirigía a un almacén en el sur de España.
Las autoridades españolas vigilaron el pesado vehículo y, en el momento oportuno, lo sometieron a inspección. Su búsqueda descubrió varios fardos de hachís que pesaban más de una tonelada y, como resultado, el conductor fue detenido.
Se encontraron más fardos de resina de cannabis en el almacén.
Una búsqueda en el almacén donde acababa de pasar el vehículo pesado produjo más fardos de resina de cannabis. Este caché también pesó más de una tonelada y 14 individuos fueron atrapados in fraganti.
Una vez confirmadas sus sospechas, la Policía Judicial procedió a allanamientos y detenciones en territorio nacional. Apuntaron a los principales responsables de la red de transporte de estupefacientes.
Esto se realizó en colaboración con la Guardia Nacional Republicana (GNR), que investigaba a algunos de los sospechosos por la comisión de otros delitos, en cumplimiento de seis órdenes de aprehensión.
Las tres personas sospechosas de liderar esta red estuvieron presentes en el primer interrogatorio judicial, habiéndose dictado prisión preventiva.