Saint-Etienne, uno de los clubes más grandes de Francia, descendió de la Ligue 1 el domingo después de perder en la tanda de penaltis en su play-off contra el Auxerre, que regresa a la máxima categoría después de 10 años fuera.
Su derrota fue recibida por una invasión de la cancha por fanáticos enojados del Saint-Etienne y la intervención de la policía francesa que usó gases lacrimógenos para detener el problema.
Saint-Etienne, que terminó tercero por la cola en la Ligue 1, ya había empatado el partido de ida de su play-off 1-1 con el Auxerre de la Ligue 2.
El partido de vuelta del domingo en su Stade Geoffroy-Guichard también terminó 1-1 con Mahdi Camara de Saint-Etienne anulando el primer gol de Hamza Sakhi.
Con el marcador 2-2, la eliminatoria se fue a la tanda de penaltis que el Auxerre superó 5-4 con el portero Donovan Leon haciendo una atajada crucial para impedir el paso de Ryad Boudebou.
En cuanto Birama Toure convirtió el penalti definitivo para ganar la eliminatoria, los aficionados del Saint-Etienne invadieron el terreno de juego y lanzaron bengalas hacia la grada oficial.
Los jugadores de ambos equipos se refugiaron en los vestuarios, pero las imágenes de televisión de Prime Video del túnel mostraron a jugadores, comisarios y personal tosiendo por los gases lacrimógenos utilizados por la policía en el campo para dispersar a los invasores.
El Saint-Etienne ya ha sido sancionado en varias ocasiones esta temporada por el comportamiento de sus aficionados y este partido se disputó con una grada cerrada tras los incidentes ocurridos durante el partido contra el Mónaco a finales de abril.
El resultado marca el final de una temporada de pesadilla para los 10 veces campeones franceses que ahora enfrentan serias dificultades financieras al regresar a la Ligue 2 por primera vez desde que ascendieron en 2004.
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