Las inundaciones sin precedentes, provocadas por las intensas lluvias monzónicas, sumergieron un tercio del país y provocaron unas 1.700 muertes.
Millones de desplazados, infraestructura dañada
Más de 33 millones de personas se vieron afectadas en general, o uno de cada siete paquistaníes, mientras que ocho millones fueron desplazados y 13.000 heridos. de acuerdo a la Oficina de la ONU en el país.
Alrededor de un millón de cabezas de ganado perecieron en las aguas de la inundación, que dañaron 4,4 millones de acres de tierras agrícolas y 2,2 millones de casas.
La infraestructura crítica, incluidos hospitales, escuelas, instalaciones de agua y saneamiento, carreteras, puentes y edificios gubernamentales, quedó en ruinas.
Desnutrición infantil preocupante
La ONU y sus socios continúan apoyando la respuesta liderada por el gobierno.
“También estamos apoyando a las autoridades para ayudar a las comunidades a recuperarse, restablecer sus medios de vida y prepararse para la próxima temporada de monzones en unos pocos meses”. dicho El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, hablando en Nueva York el lunes.
Sin embargo, informó que un llamamiento de $816 millones solo está financiado en un 30 por ciento, y las tasas de desnutrición infantil siguen siendo motivo de especial preocupación.
El Sr. Dujarric dijo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y sus socios han llegado a más de un millón de niños y niñas en Pakistán, y a cerca de 850 000 madres, con intervenciones nutricionales que salvan vidas y han ayudado a evitar un número significativo de muertes.
Pero nuevamente, la respuesta para la nutrición infantil está financiada solo en un tercio, lo que deja a 12 millones de jóvenes en riesgo de retraso en el crecimiento.
La agencia de salud de la ONU, OMSha llegado a más de tres millones de personas con servicios, mientras que la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha brindado asistencia a siete millones de paquistaníes, aunque cuatro millones de personas todavía están en riesgo.
Una ‘catástrofe climática’
Naciones Unidas Secretario General António Guterres viajó a Pakistán en septiembre de 2022 para solidarizarse con el pueblo tras la tragedia, que describió como una “catástrofe climática”.
“Ningún país merece este destino”, declaró, “pero particularmente países como Pakistán que han hecho casi nada para contribuir al calentamiento global.”