Según informes, más de 50 personas en tres aldeas de la provincia de Sepik Oriental –Tamara, Tambari y Agrumara– fueron asesinadas tras una supuesta disputa por tierras el 17 de julio.
Casi 200 personas han encontrado refugio en la ciudad de Angoram y las familias desplazadas viven en seis centros de atención temporal, según el equipo de las Naciones Unidas en el país (UNCT). dicho esta semana.
Sus necesidades inmediatas siguen siendo alimentos, kits de higiene para mujeres y niños y artículos no alimentarios como ropa de cama, ropa, agua y refugio. También necesitan protección infantil, educación y servicios de salud mental y de lucha contra la violencia de género, así como apoyo psicosocial.
“La violencia nunca es la respuesta”
Los funcionarios del gobierno local informan que cinco autores de la masacre han sido detenidos, mientras que al menos otros 20 siguen en libertad, lo que provoca un temor continuo en la comunidad, dijo el equipo de la ONU en el país.
Richard Howard, Coordinador Residente de la ONU en Papua Nueva Guinea, condenó la violencia y reiteró su llamamiento a las autoridades para que exijan cuentas a los responsables.
“La paz es el primer requisito para el progreso”, afirmó. “La violencia nunca es la respuesta y sólo agravará los problemas que ya existen”.
También se cree que la propiedad de la tierra está detrás de otro ataque en las tierras altas de Papúa Nueva Guinea en febrero, que dejó al menos 26 personas muertas.
En ese momento, la oficina de derechos humanos de la ONU, ACNUDH, anotado que “los conflictos entre 17 grupos tribales se han intensificado progresivamente desde las elecciones de 2022 por una variedad de cuestiones que incluyen disputas por la tierra y rivalidades entre clanes”.
Más ayuda en camino
Mientras tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha recibido informes de cinco niños no acompañados en Angoram cuyos padres han sido asesinados o están desaparecidos.
La representante de UNICEF, Angela Kearney, dijo que un equipo especializado estaba en el terreno para identificar a los niños y brindarles atención, incluido apoyo psicosocial.
Agregó que hay más ayuda en camino, incluidas tiendas de campaña para las familias cuyas chozas fueron quemadas y sus medios de vida destruidos.
Las Naciones Unidas siguen brindando un apoyo fundamental, con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) encabezando el registro de personas desplazadas, además de proporcionar coordinación de campamentos, refugio, artículos no alimentarios y suministros de emergencia de agua, saneamiento e higiene (WASH).
Por su parte, UNICEF está suministrando kits de higiene, tiendas de campaña de alto rendimiento, kits recreativos y servicios de registro para niños no acompañados y separados. La agencia también está creando espacios adaptados a los niños y brindando servicios de salud mental y psicosociales, así como servicios y derivaciones para casos de violencia de género.
El Equipo de Asesoramiento Humanitario de las Naciones Unidas está coordinando con las autoridades locales y los socios para realizar evaluaciones rápidas y conjuntas de las necesidades.
Además, la organización no gubernamental (ONG) australiana Living Child, con el apoyo de UNICEF, está ayudando a establecer espacios adaptados a los niños en un centro comunitario y a proporcionar servicios psicosociales.