El grupo armado M23 ejecutó al menos a 131 aldeanos en represalias en el este de la República Democrática del Congo a fines del mes pasado como parte de una campaña de asesinatos, violaciones, secuestros y saqueos, dijo el jueves Naciones Unidas.
Una investigación preliminar realizada por la misión de mantenimiento de la paz de la ONU (MONUSCO) y la Oficina Conjunta de Derechos Humanos (UNJHRO) sobre las masacres del 29 y 30 de noviembre en las aldeas de Kishishe y Bambo descubrió que se llevaron a cabo en represalia por los enfrentamientos entre el M23 y grupos armados rivales.
“Las víctimas fueron ejecutadas arbitrariamente con balas o armas blancas”, dijo la ONU en un comunicado.
Los investigadores entrevistaron a 52 víctimas y testigos directos, y varias otras fuentes en Rwindi, a unos 20 kilómetros (12 millas) de Kishishe, donde se habían refugiado sobrevivientes y testigos, dijo la ONU.
“MONUSCO condena en los términos más enérgicos la indescriptible violencia contra los civiles y pide acceso sin restricciones a la escena y a las víctimas para recibir asistencia humanitaria de emergencia”, dice el comunicado.
El gobierno ha acusado al M23 de matar a 272 personas. La milicia, que este año capturó varios pueblos cerca de las fronteras de Ruanda y Uganda, negó su responsabilidad y pidió una investigación completa.
“Dimos nuestra versión de los hechos. Pedimos que hubiera investigaciones junto con nosotros en Kishishe, pero la ONU nunca vino”, dijo a Reuters el portavoz del M23, Lawrence Kanyuka.
“La ONU está bajo presión del gobierno para que presente una cifra, incluso si es falsa”, dijo.
Las recientes ofensivas del M23 han desarraigado a miles de civiles y provocado una disputa diplomática con la vecina Ruanda, a la que expertos del Congo y de la ONU acusan de respaldar a la milicia. Ruanda niega cualquier participación.
Expertos de la ONU afirman que Ruanda ha estado apoyando a los rebeldes del M23 en la República Democrática del Congo
El grupo rebelde dice que está listo para retirarse del territorio ocupado y apoyará los esfuerzos regionales de paz, a pesar de no estar representado en las conversaciones, cuya tercera ronda concluyó sin resolución en la capital de Kenia, Nairobi, esta semana.