Hasta el momento han muerto 39 personas, informó. En general, ha habido 64 casos confirmados y 20 casos probables, mientras que 14 personas se han recuperado de la enfermedad.
Las autoridades están realizando un seguimiento activo de más de 660 contactos.
“Nuestro enfoque principal ahora es apoyar al Gobierno de Uganda para controlar y contener rápidamente este brote, para evitar que se propague a los distritos vecinos y los países vecinos”, dijo Tedros, hablando en Ginebra.
Cólera en Haití
La OMS también está trabajando con el Ministerio de Salud y socios en Haití para coordinar la respuesta al brote de cólera allí, en la capital, Puerto Príncipe, que surgió a principios de este mes.
Dieciséis personas han muerto y había 224 casos sospechosos hasta el sábado pasado, según las autoridades. Una cuarta parte de los casos sospechosos se encuentran entre niños menores de cinco años.
“La situación está evolucionando rápidamente y es posible que no se hayan detectado casos anteriores o adicionales”, dijo Tedros a los periodistas.
Los equipos están trabajando en áreas como vigilancia, gestión de casos, agua y saneamiento, vacunación y participación comunitaria.
La crisis del combustible golpea la atención médica
Este último brote de cólera está ocurriendo en medio de una creciente inseguridad y una crisis económica.
El mes pasado, las pandillas bloquearon el acceso a la principal terminal de combustibles de la ciudad capital, lo que ha provocado una gran escasez de gasolina y combustible que también afecta los servicios de salud.
Tedros informó que la vigilancia se lleva a cabo en circunstancias extremadamente difíciles.
“Las áreas afectadas son muy inseguras y están controladas por pandillas, lo que dificulta mucho la recolección de muestras y retrasa la confirmación de casos y muertes en el laboratorio”, dijo.
“Además, la escasez de combustible dificulta el trabajo de los trabajadores de la salud, lo que provoca el cierre de los centros de salud y la interrupción del acceso a los servicios de salud para las personas que viven en algunas de las comunidades más desfavorecidas”.
Mientras tanto, la OMS sigue pidiendo un mayor apoyo internacional para Pakistán, tras las devastadoras inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas.
Tedros recordó su reciente advertencia de que muchos más podrían morir por enfermedad que por el desastre.
“Ahora hay un brote de malaria en 32 distritos, mientras que la incidencia de cólera, dengue, sarampión y difteria también está aumentando en los distritos afectados por las inundaciones. Esperamos que la situación continúe deteriorándose”, dijo.
Sobre el brote mundial de viruela del mono, declarado emergencia internacional de salud pública por la OMS, se han notificado 70.000 casos, con 26 muertes.
Los casos continúan disminuyendo, pero 21 países en la última semana informaron un aumento en los casos, principalmente en las Américas, que representaron casi el 90 por ciento de todos los casos informados en los últimos 7 días.
“Una vez más, advertimos que un brote en declive puede ser el brote más peligroso, porque puede tentarnos a pensar que la crisis ha terminado y bajar la guardia”, dijo el jefe de la OMS. “Eso no es lo que está haciendo la OMS. Continuamos trabajando con países de todo el mundo para aumentar su capacidad de prueba y monitorear las tendencias en el brote”.