El asedio comenzó después de que Bosnia y Herzegovina declarara su independencia tras la disolución de la antigua Yugoslavia.
Los serbios de Bosnia se opusieron en gran medida a la independencia, mientras que los otros dos grandes grupos étnicos, los musulmanes bosnios y los croatas, favorecieron la separación de Belgrado.
Las tropas serbias de Bosnia comenzaron a bombardear la ciudad capital en abril de 1992, un asalto sostenido que duró casi cuatro años.
Este fue el bloqueo más largo desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 12.000 muertos, y marcó un momento clave en la Guerra de Bosnia.
Luchando contra la negación de las atrocidades
La Coordinadora Residente de la ONU para Bosnia y Herzegovina, Ingrid Macdonald, se reunió con asociaciones de sobrevivientes de todo el país.
La Sra. Macdonald continúa destacando la importancia de contrarrestar la negación de los crímenes atroces y la glorificación de los criminales de guerra, dicho El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, hablando durante su sesión informativa diaria desde Nueva York.
“Dijo que tal retórica perpetúa el sufrimiento de los sobrevivientes y las familias de las víctimas y no tiene cabida en una sociedad democrática”. Sr. Dujarric dijo a los periodistas.
Terminar con el odio y la discriminación
La Sra. Macdonald también ha pedido a los líderes políticos que tomen medidas para prevenir y actuar sobre todas las manifestaciones de odio y discriminación.
También se les insta a garantizar que todas las personas allí vivan en un entorno de comprensión, respeto y dignidad mutuos.
La ONU se ha pronunciado repetidamente en contra del creciente discurso de odio en el país y en la vecina Serbia, décadas después de la Guerra de Bosnia.
El conflicto terminó en diciembre de 1995 y fue uno de los combates más sangrientos ocurridos en Europa durante el último siglo.
Se cometieron crímenes horribles, incluidas campañas de limpieza étnica como la masacre de miles de hombres y niños musulmanes en julio de 1995 en Srebrnica.
En junio pasado, un tribunal de la ONU confirmó la cadena perpetua impuesta en 2017 al jefe militar serbobosnio Ratko Mladić, quien comandó los asesinatos.