La inflación anual de Nigeria se aceleró a su nivel más alto en cinco años y medio en junio, según mostraron datos oficiales el viernes, impulsada por el aumento de los precios de los alimentos básicos como el pan, el arroz y el maíz y el costo del diésel, que se utiliza para generar energía.
La Oficina Nacional de Estadísticas dijo que la inflación aumentó por quinto mes consecutivo, alcanzando el 18,6%, en comparación con el 17,71% de mayo.
Los precios de los alimentos, uno de los principales componentes principales de la inflación nigeriana, aumentaron un 20,6 % interanual en junio. La inflación subyacente, que excluye los precios de los productos agrícolas, subió 2,66 puntos porcentuales hasta el 15,75% durante el período.
“Este aumento en el índice de alimentos fue causado por aumentos en los precios del pan y los cereales, los productos alimenticios, las papas, el ñame y otros tubérculos, la carne, el pescado, el aceite y la grasa y el vino”, dijo la oficina de estadísticas.
La inflación, en su punto más alto desde enero de 2017, y el estado de la economía son temas importantes para los votantes ahora que el país se dirige a las elecciones nacionales en febrero, cuando el actual presidente Muhammadu Buhari dejará el cargo.
Nigeria, la economía más grande de África, importa muchos bienes y servicios clave. Sin embargo, muchos importadores no pueden acceder a los dólares del mercado oficial debido a las restricciones del banco central, lo que los obliga a comprar en el mercado negro donde la naira continúa debilitándose.
“El efecto combinado de los costos de energía, la depreciación del tipo de cambio y la saturación de la oferta monetaria se manifiesta en un ciclo inflacionario en espiral”, dijo Financial Derivatives Company en una nota a los clientes.
El Banco Mundial dijo en un informe el mes pasado que la guerra en Ucrania se ha sumado a las tensiones económicas de Nigeria, elevando los precios de los alimentos importados e insumos para fertilizantes, así como aumentando la volatilidad de los precios del petróleo y la incertidumbre en torno a los flujos de capital.
En mayo, el banco central elevó la tasa de interés de referencia en 150 puntos básicos al 13%, su primera subida en más de dos años, para combatir el aumento de la inflación que provocó el desplome de los mercados.