Un viaje de turismo cambió la vida de Agustín Antonetti. A sus 15 años, este argentino viajó a Cuba con su familia para conocer la isla caribeña donde rige un sistema socialista. Su primera visión durante su viaje hace seis años -dice- fue que no todo estaba bien.
Desde su llegada al hotel recuerda que empezó a hacer amigos y le sorprendió que cuando conversaba con los jóvenes “tenían bastante a hablar ya sus padres no les gustaba hablar mucho del país por miedo a lo que les pudiera pasar”.
Pero algo que lo marcó, según relata, fue que en ese entonces no había acceso a internet en la isla y los ciudadanos no estaban enterados de absolutamente nada. “Recuerdo que yo había llevado la consola de videojuegos y ellos prácticamente no la conocían. Me impactaba mucho que vivían una realidad bastante diferente”.
“Me contaban que, por ejemplo, en sus casas pasaban hasta ocho horas o más sin luz, que tenían que hacer colas de seis horas para conseguir comida. Es una realidad que no me podía creer con alguien de 15 años. Me sorprendía lo mal que se pasaba y el miedo que tenía la sociedad”.
Para ese momento el joven dice que fuera del ámbito del tema político, no entendió casi nada de lo que era la situación.
“Era un viaje normal de amigos y con el tiempo que pude mantener, me metí a ver lo que estaba pasando en el país, las cosas que sucedieron, después a través de las redes sociales comencé a hacer otros amigos, algunos de Venezuela, otros de Nicaragua, y estos países tienen algo en común: los encarcelaban por pensar diferente”.
Recuerda, por el ejemplo, el caso de los líderes universitarios Lesther Alemán y Max Jeréz, miembros de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), quienes están en prisión actualmente acusados por cargos «injustos», según organizaciones de derechos humanos.
Más de 150.000 seguidores
Estas experiencias -comenta- lo pusieron de frente a las redes sociales, medio que encontré para dar a conocer las condiciones políticas en las que se encontraron sus amigos en Cuba. Así lo hizo también con lo que iba conociendo de los problemas que enfrentan los venezolanos. En 2018 -dice- las protestas en Nicaragua contra el gobierno de Daniel Ortega y el hecho de que la mayoría eran jóvenes lo hizo atenter la situación en la nación centroamericana.
Este joven que ya tiene 21 años, cuenta con más de 151.600 seguidores en su cuenta de Twitter. Desde ahí denuncia constantemente a tres países a los que abiertamente tilda de “dictaduras” en sus redes sociales: Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Y mientras aumenta la cifra de sus seguidores, así como su popularidad, Antonetti se prepara en Argentina en materias sobre Relaciones Internacionales con el fin de continuar influyendo en las esferas políticas.
«[Hay que evitar] que una dictadura más surja en la región», dice sobre lo que describe como una tragedia humanitaria que podría afectar a más jóvenes ya la sociedad en general.
La familia «lo acompaña»
Su familia sigue su trabajo y asegura que algunos «lo acompañan en esto».
“Quizás no están muy metidos realmente en estos temas políticos, pero siempre me acompañaron en este tema de derechos humanos, sobre todo mi mamá que me ha acompañado en esos días en los que visité países y pude conocer la realidad”, comenta.
Antonetti expresó «una admiración enorme» por los jóvenes que en sus países entregan todo por recuperar la democracia. Con frecuencia es entrevistado por medios de la región donde comenta lo que pasa en América Latina e incluso en Argentina, su país de origen.
«La verdad es que nosotros los jóvenes que los seguimos desde afuera sentimos una enorme admiración por la valentía que tienen estas personas y muchas a muy corta edad, como el caso de Max y Lester en Nicaragua», concluye.
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