La FIA ha anunciado cambios en la regulación para 2023 destinados a reducir y potencialmente eliminar el fenómeno de rebote conocido como marsopa en los autos de F1 la próxima temporada.
Después del Gran Premio de Azerbaiyán en junio, en el que varios pilotos se quejaron de molestias como resultado de la mala calidad de conducción de la última generación de autos de F1, la FIA acordó abordar el problema de los rebotes por motivos de seguridad.
Los problemas en Azerbaiyán, que fueron causados por el piso del automóvil que se estrelló contra el suelo, fueron diferentes a los problemas de marsopa a principios de año, que tenían un desencadenante aerodinámico.
Ambos están relacionados con los cambios de regulación durante el invierno, que fueron diseñados para mejorar el espectáculo de las carreras, pero también alentar a los equipos a conducir sus autos rígidos y pegados al suelo para maximizar el rendimiento aerodinámico.
En un intento por combatir ambos tipos de rebote, la FIA emitió una directiva técnica antes del Gran Premio de Canadá en junio y decidió una métrica para medir el rebote de los autos antes del Gran Premio de Gran Bretaña a principios de este mes.
También dijo que reforzaría las pruebas de deflexión alrededor del frente del piso para prohibir los elementos flexibles en el piso.
Inicialmente, esas medidas se implementaron en el Gran Premio de Francia este mes, pero ahora se retrasaron para el Gran Premio de Bélgica en agosto.
En medio de las preocupaciones de que los problemas de marsopa podrían empeorar el próximo año y la creencia de que la directiva técnica de este año no irá lo suficientemente lejos para combatir el problema en 2023, la FIA anunció que haría los siguientes cambios en las regulaciones para la próxima temporada:
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Levantamiento de 25 mm de los cantos del suelo.
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Levantamiento de la garganta del difusor bajo el suelo.
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La introducción de pruebas de deflexión lateral del piso más estrictas.
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La introducción de un sensor más preciso para ayudar a cuantificar la oscilación aerodinámica.
Las nuevas reglas están sujetas a la aprobación del Consejo Mundial del Deporte Motor, pero se espera que sean aprobadas para que los equipos puedan tenerlas en cuenta en sus diseños de 2023.