Muchos hombres en el norte de Europa mayores de 60 años sufren de la llamada enfermedad de Viking, lo que significa que los dedos se traban en una posición doblada. Ahora, los investigadores del Karolinska Institutet, junto con sus colegas, han utilizado datos de más de 7000 personas afectadas para buscar factores de riesgo genéticos de la enfermedad. Los hallazgos, que han sido publicados en Biología Molecular y Evoluciónmuestran que tres de los factores de riesgo más fuertes se heredan de los neandertales.
Hasta el 30 por ciento de los hombres en el norte de Europa mayores de 60 años sufren de una condición llamada contractura de Dupuytren. La condición a veces se llama la enfermedad vikinga porque afecta principalmente a personas con ascendencia del norte de Europa. La enfermedad es significativamente más común en hombres que en mujeres y generalmente comienza como un bulto en la palma de la mano que crece y hace que uno o más dedos se traben en una posición doblada. La afección generalmente no es dolorosa, pero los nódulos a veces pueden ser sensibles a la presión.
Los investigadores del estudio, dirigidos por Hugo Zeberg del Instituto Karolinska y Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, se propusieron investigar si las variantes genéticas heredadas de los neandertales están involucradas en la enfermedad.
Los neandertales vivieron en Europa y Asia occidental hasta hace unos 40.000 años, cuando fueron reemplazados por humanos modernos. Sin embargo, antes de que los neandertales desaparecieran, se mezclaron con los humanos modernos. Como resultado, entre el uno y el dos por ciento de los genomas de personas con raíces fuera de África provienen de los neandertales.
«Dado que la contractura de Dupuytren rara vez se ve en personas de ascendencia africana, nos preguntamos si las variantes genéticas de los neandertales pueden explicar en parte por qué las personas fuera de África se ven afectadas», dice Hugo Zeberg, profesor asistente en el departamento de Fisiología y Farmacología, Karolinska Institutet.
Los investigadores utilizaron datos de tres grandes cohortes clínicas en los EE. UU., el Reino Unido y Finlandia, lo que les permitió comparar los genomas de 7.871 pacientes y 645.880 controles sanos. Identificaron 61 factores de riesgo genéticos para la contractura de Dupuytren. Los investigadores encontraron que tres de estos fueron heredados de los neandertales, y estos incluían el segundo y tercer factor de riesgo más importante.
El estudio es una prueba más de que la mezcla entre los neandertales y nuestros antepasados tiene consecuencias importantes para la prevalencia de algunas enfermedades, particularmente entre ciertos grupos.
“Este es un caso en el que el encuentro con los neandertales ha afectado a quien padece alguna enfermedad, aunque no debemos exagerar la conexión entre neandertales y vikingos”, apunta Hugo Zeberg.
El estudio fue financiado por el Consejo Sueco de Investigación, la Fundación Sueca del Cerebro, la Fundación Erik Philip-Sörensen, Petrus och Augusta Hedlunds Stiftelse y Emil och Wera Cornells Stiftelse.