«CRISIS TEMPORAL»
La nueva administración ha subrayado que quiere poner a Bangladesh en un camino diferente.
Su ministro de Asuntos Exteriores, Touhid Hossain, dijo en una reunión informativa con más de 60 diplomáticos extranjeros el lunes por la noche que el país «toma muy en serio los derechos humanos» y prometió no «permitir que ocurra ningún tipo de violencia o daños».
«Todos aquellos que cometan tales crímenes serán investigados», dijo.
Los disturbios y el cambio político también han sacudido la importante industria textil de Bangladesh, que representa alrededor del 85 por ciento de sus 55.000 millones de dólares en exportaciones anuales, pero aseguró a los diplomáticos que las inversiones extranjeras estarían protegidas.
«Es una crisis pasajera», añadió Touhid. «Todo se solucionará cuando haya gente competente al mando».