La Cruz Roja congoleña suspendió la búsqueda de cientos de víctimas de las recientes inundaciones mortales en el este del Congo, ya que carece de la maquinaria necesaria para excavar metros de lodo y escombros, dijo el martes su representante local.
Los equipos de la Cruz Roja han estado buscando cadáveres desde principios de mayo, cuando las aldeas de Bushushu y Nyamukubi, ambas en la provincia de Kivu del Sur de la República Democrática del Congo, fueron devastadas por inundaciones repentinas que arrasaron casas enteras y mataron a más de 460 personas.
“Todos aquellos a los que nos referimos como desaparecidos, y todavía hay cientos, creo que están muertos. Están enterrados a 3 metros bajo la superficie, bajo el diluvio de lodo, rocas y madera”, explica Desire Yuma Machumu, jefe de la Cruz Roja de Kivu del Sur.
“El volumen de escombros ya no nos permite trabajar a mano”, dijo, y agregó que la búsqueda podría reanudarse si las autoridades provinciales pueden proporcionar excavadoras mecánicas y otra maquinaria pesada.
Los esfuerzos de recuperación se han visto obstaculizados por la ubicación remota del territorio de Kalehe, donde los días de lluvias torrenciales provocaron deslizamientos e inundaciones el 4 de mayo.
“Los cuerpos están en tal estado de descomposición que ya no es soportable”, dijo Archimede Karhebwa, administrador adjunto de Kalehe, haciéndose eco del pedido de la Cruz Roja por más equipo.
El gobernador de Kivu del Sur, Theo Ngwabidje Kasi, dijo que el camino a las aldeas aún estaba cortado, pero que se reabriría pronto.
“La apertura de la vía nos permitirá traer todo lo necesario para el manejo óptimo de este desastre”, dijo.
Cerca de 9 000 personas se han visto afectadas por las inundaciones, lo que también generó temores de que los cadáveres y los sistemas de alcantarillado destruidos pudieran contaminar el agua y propagar enfermedades.
“Hemos recogido los cuerpos en la superficie y hasta ahora hemos evitado lo peor ya que no hay casos de cólera”, dijo Yuma Machumu de la Cruz Roja.