El mercado de transporte aéreo en Colombia continúa atravesando dificultades. La Superintendencia de Transporte, encargada de vigilar el sector, impuso el jueves a la aerolínea Ultra Air medidas urgentes para salvar la prestación del servicio cuando la empresa atraviesa baja liquidez.
Se trata de la segunda aerolínea colombiana de bajo costo que reporta problemas financieros en las últimas semanas. Viva Air suspendió sus operaciones súbitamente el 27 de febrero dejando millas de pasajeros a la deriva en aeropuertos de Colombia y Perú alegando una crisis financiera.
Ultra Air inició operaciones en febrero de 2022 con rutas domésticas hacia destinos como Bogotá, Medellín, Cali, Santa Marta y Cartagena. Tiene una participación aproximada del 6 % en el mercado doméstico y proyectaba invertir 30 millones de dólares en los próximos cinco años, crear 22.000 empleos y expandir su operación con rutas hacia México, Ecuador, Perú, Aruba y Estados Unidos.
La Superintendencia examinará en una resolución que Ultra Air presenta “baja liquidez, lo cual dificulta el compromiso con las obligaciones a corto plazo, presentando un riesgo de incumplimiento con sus acreedores”.
En consecuencia, le probablemente informarle sobre la toma de decisiones cuando se presente riesgo de tipo económico y operacional que afecte la prestación del servicio, así como de las negociaciones para su capitalización y la implementación de un plan de manejo de pasajeros ante un eventual cese o suspensión de operaciones.
Tras la decisión de la autoridad estatal, Ultra Air informó a través de su oficina de prensa que suspenderá la venta de boletos hasta el 30 de abril con el fin de “reorganizar la operación para así cumplirle a los pasajeros y evitar contratiempos”.
La situación de Ultra, que dispone de seis aviones, se complicó en las últimas horas luego de que la aerolínea Jet Smart cancelara la intención de comprar Ultra. El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, explicó el jueves a la prensa que Jet Smart les notificó que desistieron del negocio tras descubrir “factores con relación a la disponibilidad de su flota, entre otros elementos, que constituyen un cambio material en las condiciones de Ultra Air e imposibilita continuar con las negociaciones”.
Ultra Air reveló la víspera en un comunicado que atravesará una situación compleja por el incremento en los costos del combustible, la inflación, la tasa de cambio y la incertidumbre que culminará la suspensión de las operaciones de Viva Air. Además, ante la decisión de Jet Smart, Ultra está en búsqueda de nuevos recursos de inversionistas y bancarios.
El ministro Reyes aseguró que las autoridades estatales de transporte se reunirán de manera extraordinaria con miras a proteger los derechos de los pasajeros de Ultra y prevenir que prevengan lo mismo que con Viva Air, que al momento de suspender sus operaciones había vendido 460.000 boletos para el 2023, resultando una crisis en los aeropuertos ante los miles de pasajeros que buscaran continuar con sus itinerarios.
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