En conversaciones recientes, Noruega e Irlanda se han comprometido a trabajar estrechamente con España para reconocer a Palestina como Estado.
El compromiso se alcanzó tras las reuniones mantenidas en Oslo y Dublín con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español.
El viernes 12 de abril, Sánchez publicó un mensaje en Facebook: 'He lanzado una serie de reuniones en Europa para alcanzar una solución política, de una vez por todas, que traerá paz y seguridad en Oriente Medio.
'El primero de ellos estaba al lado del Primer Ministro de Noruega. Estamos de acuerdo en que sólo la materialización de los dos Estados puede traer una solución duradera a este conflicto. Es hora de pasar de las palabras a la acción.
Y añadió: 'Esta tarde, en Dublín, España e Irlanda nos hemos comprometido a reconocer el Estado de Palestina. Ofrecemos nuestro compromiso de dar esperanza al pueblo palestino”.
Reuniones diplomáticas en Oslo y Dublín
La gira europea de Sánchez tuvo como objetivo conseguir apoyo para la creación de un Estado palestino; el primer ministro español se reunió con el primer ministro de Noruega, Jonas Gah Store, y el nuevo líder de Irlanda, Simon Harris, en Oslo y Dublín, respectivamente.
Estas reuniones, que tuvieron lugar el 12 de abril, han subrayado un esfuerzo coordinado entre las naciones para avanzar en el reconocimiento de Palestina en el momento considerado más propicio para la paz en la región.
Compromiso con la paz
«Estamos dispuestos a reconocer el Estado de Palestina y darle el lugar que le corresponde en la ONU», declaró Store. Este sentimiento se alinea con la postura firme de España: Sánchez afirmó: «Nuestro compromiso es firme y no renunciaremos a lograr una solución duradera».
Ambos líderes reforzaron la necesidad de transformar las discusiones en acciones definitivas. Harris, de Irlanda, se hizo eco de estos sentimientos y mantuvo la posición de su predecesor, Leo Varadkar, de apoyar a Palestina.
Esfuerzos diplomáticos armoniosos
El compromiso compartido de España, Noruega e Irlanda va más allá de las promesas diplomáticas. Buscan un enfoque amplio y colaborativo que involucre a otras naciones, con el objetivo de crear una atmósfera propicia para las conversaciones de paz entre Israel y Palestina.
Pese a no fijar un calendario concreto, los líderes han destacado su implicación histórica en procesos de paz, como la Conferencia de Madrid de 1991 y los Acuerdos de Oslo de 1993, para subrayar la importancia de sus papeles.
Si bien los líderes condenan el ataque de octubre de Hamás, también critican el uso excesivo de la fuerza por parte de Israel y piden ayuda humanitaria urgente para Gaza.
Su postura unificada se extiende al apoyo a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y a la necesidad de que se reanuden las contribuciones de las naciones que han suspendido la financiación.