El canciller alemán, Olaf Scholz, recorrió las regiones inundadas del suroeste, donde los ríos se desbordaron y provocaron inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra después de fuertes lluvias.
Scholz canceló su asistencia a una campaña electoral para el Parlamento Europeo en el estado de Sarre, fronterizo con Francia y Luxemburgo, para mostrar solidaridad con los residentes de Kleinblittersdorf que se han visto afectados por las inundaciones.
Caminó por el pueblo con la gobernadora regional, Anke Rehlinger, y habló con los residentes locales y el personal de los servicios de emergencia que respondieron a miles de solicitudes de ayuda.
Varios edificios tuvieron que ser evacuados porque las casas y los sótanos quedaron inundados. Los coches quedaron parcialmente sumergidos y las calles llenas de agua. La ciudad instaló alojamiento alternativo en las escuelas y estableció una línea telefónica directa para los afectados.
Scholz aseguró al Estado la solidaridad del gobierno federal.
«Desafortunadamente, no es la primera vez que tenemos que gestionar un gran desastre natural y por eso, por supuesto, veremos lo que hay que hacer», afirmó.
El Sarre ya ha dado los primeros pasos para liberar el apoyo financiero, informó la agencia de noticias alemana dpa.
El servicio meteorológico ha levantado la alerta meteorológica para Alemania, ya que se espera que las lluvias disminuyan lentamente.
Las autoridades del Sarre dijeron que estas inundaciones repentinas sólo ocurren cada 20 a 50 años.