En los años transcurridos desde el último álbum de los Softies, Melberg tocó en bandas como Brave Irene y Knife Pleats, pero también profundizó en su trabajo como cantautora, lanzando discos increíbles y sinceros como Desecha las nubes y de 2009 Barco caseroque tenía más en común con la fineza melódica del antiguo compañero de gira de los Softies, Elliott Smith, que con el punk de Bay Area. La franqueza de su voz y su lenguaje sin adornos se volvieron elementales, su propia jerga indie-pop. Melberg siempre parece hablar el lenguaje de los mixtapes, el tipo de mixtapes que se hace con un mensaje: señalando sentimientos precisos y expresándolos de manera tan directa e inequívoca que puede resultar un poco aterrador. En estas nuevas canciones de los Softies, la narración es a menudo más rica y visual también: los cielos rosados y un jardín de rosas sirven como marcadores del tiempo; las peculiaridades de una casa antigua se vuelven sólidas, incluso cuando las letras son espartanas. «Headphones» captura la esencia de ensueño del dúo con la brevedad de un Yoko Ono. Pomelo Instrucciones: “Conecta tus auriculares/Directo a mi corazón/Escucha/Escucha/Te amo”. Muchas de las canciones, de hecho, tratan sobre las canciones en sí mismas, sobre cómo “la radio country me recordó que tú y yo no estábamos destinados a estar juntos” o cómo “cada canción es solo un suspiro, un pequeño momento que pasa, una bocanada de humo, una cascada, una llamada de larga distancia”. Como siempre, una canción indie-pop amplifica el habla tímida, un eslabón en la cadena de comunicación entre introvertidos.
Lo más hermoso de esta música sobria y resplandeciente es la seguridad y el consuelo que transmite incluso cuando expresa sentimientos insoportables. El mini-himno rasgueado “Tiny Flame” parece centrarse microscópicamente en una relación que nunca despegó, pero también se aleja, con un anhelo gutural de grupo de chicas. “Empezó con una pequeña llama/Y terminó en lágrimas/No me había sentido así en años”, canta Sbragia con nostalgia, anticipando el golpe persistente de la ruptura. “Cariño, cuando pienses en mí/No olvides/Podríamos haber sido algo”. Esas palabras son más profundas cuando se cantan desde la adultez. Pero, desde la sabia perspectiva de las Softies, también hay una mayor fuerza en un nuevo comienzo. “Prende fuego, déjalo arder y empieza de nuevo”, canta Sbragia, y con la ayuda de una amiga y una canción, lo logra.
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