La calma ha vuelto ahora a la mayoría de las calles de la capital de Senegal, Dakar, después de días de violencia tras el encarcelamiento del líder de la oposición Ousmane Sonko.
Sus seguidores se enfrentaron por primera vez con la policía el jueves, después de que Sonko fuera declarado culpable de “corromper a la juventud”.
El sábado, los enfrentamientos continuaron hasta la noche. En barrios residenciales, los manifestantes arrojaron piedras a la policía, bloquearon carreteras y quemaron neumáticos.
El ejército patrulló las calles mientras la policía disparaba gases lacrimógenos contra los manifestantes, inspeccionando y deteniendo a las personas que se consideraba causantes de problemas.
Al menos 16 personas han muerto en los enfrentamientos con la policía que dice haber arrestado a 500 personas desde el jueves. La Cruz Roja en Senegal también dijo que casi 360 personas resultaron heridas.
– Anuncio –
Sonko también fue absuelto de los cargos de violar a una mujer que trabajaba en un salón de masajes y amenazarla de muerte.
Sonko aún no arrestado
Fue sentenciado a dos años de prisión y sus abogados dicen que aún no se había emitido una orden de arresto contra él.
Sonko ocupó el tercer lugar en las elecciones presidenciales de Senegal de 2019 y es popular entre la juventud del país. Sus partidarios sostienen que sus problemas legales son parte de un esfuerzo del gobierno para descarrilar su candidatura en las elecciones presidenciales de 2024.
Sonko es considerado el principal competidor del presidente Macky Sall y ha instado a Sall a declarar públicamente que no buscará un tercer mandato en el cargo. La comunidad internacional ha pedido al gobierno de Senegal que resuelva las tensiones.
Los grupos de derechos han condenado la represión del gobierno, que ha incluido arrestos arbitrarios y restricciones en las redes sociales.
Algunos sitios de redes sociales utilizados por los manifestantes para incitar a la violencia, como Facebook, WhatsApp y Twitter, han sido suspendidos durante casi dos días.
Han culpado al gobierno por la violencia y la pérdida de vidas.
La corrupción de jóvenes, que incluye el uso de una posición de poder para tener relaciones sexuales con personas menores de 21 años, es un delito penal en Senegal, punible con hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 6.000 dólares.