Si las decisiones de asignación de recursos se tomaran con base en evidencia en lugar de políticas internas y externas, el sector educativo obtendría una gran parte de los recursos, dado su potencial de impacto positivo en la salud, el bienestar y la economía, ahora y en el futuro. Investigadores que escriben en el Revista de la Royal Society of Medicine dicen que un enfoque basado en la evidencia probablemente vería la desinversión del sector de la salud, especialmente de las actividades de atención médica de bajo valor y derrochadoras vinculadas a la prescripción y el diagnóstico excesivos. Luego, los recursos se reasignarían a la educación, dada la gran carga de enfermedades que podría evitarse con mejores sistemas educativos.
Los autores escriben que las interrupciones escolares causadas por la pandemia de COVID-19 tendrán efectos negativos significativos en la salud, y agregan que asignar más recursos, financieros y humanos, para apoyar los sistemas educativos es clave para la salud, el bienestar y la resiliencia a largo plazo de las personas y la sociedad. más generalmente. Un análisis reciente de la Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido encontró que el sector educativo del Reino Unido recibió alrededor del 1% de los fondos de apoyo de COVID.
Uno de los autores, el Dr. Anant Jani, de la Oxford Martin School de la Universidad de Oxford, dijo: «La pandemia de COVID-19 ha provocado la mayor interrupción de la historia en los sistemas educativos a nivel mundial. Las simulaciones sugieren que alrededor de 0,6 años de escolaridad perderse a nivel mundial debido al cierre de escuelas, con niveles más altos para los niños de grupos socioeconómicos más bajos, que históricamente han estado en desventaja debido a un menor acceso a una educación de alta calidad».
Las sugerencias de los autores sobre cómo se pueden minimizar los daños causados por el COVID-19 incluyen identificar y trabajar con los grupos más vulnerables, fortalecer la infraestructura escolar, invertir en la formación de docentes y abordar las deficiencias curriculares existentes. Dicen que la educación también debe expandirse para incluir planes de estudio más amplios sobre salud social y emocional para que los niños tengan más conciencia de cómo mantenerse saludables.
El Dr. Jani dijo: «Estos enfoques están respaldados por varios estudios que demuestran que la perpetuación intergeneracional de las desigualdades es menor en países con mayores programas educativos de apoyo público para familias de bajos ingresos, con beneficios de salud y bienestar que duran hasta la edad adulta».
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Anant Jani et al, Aprovechando los vínculos bidireccionales entre la salud y la educación para promover la resiliencia y la igualdad a largo plazo, Revista de la Royal Society of Medicine (2022). DOI: 10.1177/01410768211066890
Citación: Las asignaciones de recursos para la salud y la educación deben basarse en la evidencia, no en la política (2022, 11 de enero) consultado el 11 de enero de 2022 en https://medicalxpress.com/news/2022-01-resource-allocations-health-based-evidence. html
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