El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó enérgicamente el lunes el estallido de los combates en Sudán e hizo un llamado a los líderes de las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido para que cesen de inmediato las hostilidades, restablezcan la calma y comiencen un diálogo para resolver la crisis.
“Insto a todos aquellos que tienen influencia sobre la situación a que la utilicen en la causa de la paz; para apoyar los esfuerzos para poner fin a la violencia, restablecer el orden y volver al camino de la transición”, dijo.
“La situación humanitaria en Sudán ya era precaria y ahora es catastrófica”.
Mientras tanto, el analista político y especialista en Sudán y el Cuerno de África, Sabir Ibrahim, dice que más de 10 millones de personas en la capital de Sudán, Jartum, soportan bombardeos constantes y sufren.
Los enfrentamientos feroces persisten en todo el país y los combates entre facciones armadas rivales continúan por tercer día.
Un sindicato de médicos en Sudán ha dicho que la violencia entre el ejército y un grupo paramilitar, las Fuerzas de Apoyo Rápido, ha dejado alrededor de 100 muertos.