Pasar de la reacción a la acción: anticipar los puntos críticos de vulnerabilidad en el Saheldice que, si no se controla, la emergencia climática pondrá en peligro aún más a las comunidades sahelianas, ya que las devastadoras inundaciones, sequías y olas de calor diezmarán el acceso al agua, los alimentos y los medios de subsistencia, y amplificarán el riesgo de conflicto.
En última instancia, esto obligará a más personas a huir de sus hogares.
“En el Sahel, la crisis climática se está combinando con una inestabilidad creciente y el bajo nivel de inversiones en desarrollo para crear una mezcla que les resta poder y que está gravando fuertemente a las comunidades sahelianas, con el riesgo adicional de poner en peligro el logro de los Metas de desarrollo sostenible”, dijo el Coordinador Especial de la ONU para el Desarrollo en el Sahel, Abdoulaye Mar Dieye.
Las soluciones están ahí
“Existen soluciones, enfocadas en la agencia de las personas y las inversiones a escala, pero requieren un compromiso y dedicación decididos de todos, así como los datos y análisis correctos para saber lo que viene a fin de ejecutar respuestas políticas proactivas e impactantes”.
Las comunidades de todo el Sahel dependen de la agricultura y el pastoreo, que son muy vulnerables a los impactos del cambio climático.
La inseguridad alimentaria ya está aumentando en toda la región, alcanzando niveles de emergencia en algunas áreas. A largo plazo, se prevé que los rendimientos de maíz, mijo y sorgo disminuyan debido a las perturbaciones climáticas, lo que desgastará la resiliencia de las poblaciones locales.
Andrew Harper, asesor especial para la acción climática de la agencia de refugiados de la ONU ACNURdice que “el aumento de las temperaturas y el clima extremo en el Sahel están empeorando el conflicto armado, que ya está destruyendo medios de vida, interrumpiendo la seguridad alimentaria y provocando desplazamientos”.
Esfuerzo colectivo
Dijo que solo un impulso masivo en la mitigación y adaptación climática colectiva ayudaría a la región a cambiar de rumbo.
Incluso con políticas ambiciosas de mitigación climática, se prevé que las temperaturas en el Sahel aumenten 2,5 °C para 2080. Si se retrasa aún más la acción urgente, podrían aumentar en 4,3 °C.
A pesar de las tendencias negativas, el Sahel está dotado de abundantes recursos naturales.
Inmenso potencial
La región se asienta sobre uno de los acuíferos más grandes de África y tiene un inmenso potencial para las energías renovables, incluida una abundante capacidad de energía solar, y una población joven y dinámica: alrededor del 64 % de los habitantes del Sahel tienen menos de 25 años.
Si se toman medidas audaces en la mitigación y adaptación climática de manera inminente para apoyar a los países y comunidades del Sahel, y se prioriza la colaboración en los pilares humanitario, de desarrollo y de consolidación de la paz, existe un gran potencial para cambiar la trayectoria de la región, enfatiza el informe.