Dos años después de la pandemia, los condados de EE. UU. con niveles más bajos de acceso a Internet o computadoras en el hogar estaban experimentando tasas más altas de casos y muertes por COVID-19, según una investigación de Fei Li, profesora asistente de estudios urbanos en la Universidad Estatal de Georgia.
«Existe una brecha sustancial entre quienes pueden y quienes no pueden beneficiarse de las tecnologías de la información y la comunicación», dijo Li, quien utiliza métodos econométricos espaciales para analizar cómo la exclusión digital, como la falta de acceso a Internet, se relaciona con las disparidades en COVID-19. resultados.
Muchos residentes de EE. UU. no tienen computadoras en el hogar ni suscripciones a Internet de banda ancha, lo que limita su acceso a las pautas de salud pública más actualizadas, incluido el distanciamiento social, el uso de máscaras, las pruebas y el tratamiento temprano, y los servicios de telemedicina cada vez más populares.
Los condados de EE. UU. con un porcentaje más alto de personas identificadas como «excluidas digitalmente» registraron tasas de casos y muertes de COVID-19 más altas durante la pandemia y tasas de vacunación más bajas a fines de 2021 y principios de 2022. Este resultado sugiere una mayor vulnerabilidad entre esta población a enfermedades futuras.
Los hallazgos de Li sugieren que se necesita un esfuerzo específico de los gobiernos, las agencias de salud pública y los proveedores de atención médica para proporcionar recursos a las personas y comunidades con desventajas digitales. Su trabajo hace un llamado a estos tomadores de decisiones para que reconozcan las implicaciones significativas de la exclusión y marginación digital durante la pandemia.
Además, las legislaturas, los reguladores y los proveedores pueden ser llamados a reformar las plataformas digitales, especialmente aquellas que sirven como fuente principal de información para personas con acceso o alfabetización digital limitados, como las redes sociales, para reducir la desinformación y los silos de información.
Finalmente, Li aboga por inversiones en infraestructura de Internet más accesible y equitativa y educación de alfabetización digital. La Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos presenta una oportunidad para cerrar la brecha entre los que tienen y los que no tienen tecnología y permitir que cada residente aproveche al máximo la tecnología para obtener información precisa y oportuna, recibir bienes y servicios, mantener el apoyo social y emocional, y aliviar los riesgos para la salud en una pandemia.
La investigación se publica en la revista Salud y lugar.
Se necesita más investigación para comprender cómo la brecha digital afectó el impacto de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, para reducir las disparidades de salud relacionadas con la exclusión digital, los legisladores deben reconocer Internet de banda ancha como un servicio esencial y una infraestructura crítica en esta era digital y garantizar que estas tecnologías sean accesibles y asequibles para todos.
Fei Li, Desconectados en una pandemia: los resultados de COVID-19 y la brecha digital en los Estados Unidos, Salud y lugar (2022). DOI: 10.1016/j.healthplace.2022.102867
Citación: El investigador muestra la conexión entre la brecha digital y los resultados de COVID-19 (2022, 14 de diciembre) recuperado el 14 de diciembre de 2022 de https://medicalxpress.com/news/2022-12-digital-covid-outcomes.html
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