Un tibetano gritó consignas e intentó autoinmolarse en una aparente protesta frente al icónico Palacio Potala en la capital regional del Tíbet, Lhasa, esta semana, pero fue frustrado por la policía china, dijeron a RFA fuentes en la región y en India el sábado.
Inmediatamente después del incidente del viernes por la mañana afuera del Potala, la policía se llevó al tibetano, cuya identidad, condición y paradero siguen siendo desconocidos, dijeron las fuentes.
“Inmediatamente después de que ocurriera este incidente, la policía china bloqueó todas las calles frente y alrededor del Palacio Potala. Y hoy hay más soldados chinos desplegados frente al Palacio de Potala de lo habitual”, dijo el sábado una fuente dentro del Tíbet, que habló bajo condición de anonimato para evitar un posible peligro legal.
El enorme Potala en la cima de una colina que domina el horizonte de Lhasa fue el palacio de invierno de los históricos Dalai Lamas desde 1649 hasta 1959, cuando el actual Dalai Lama huyó a la India después de un levantamiento contra el dominio chino sobre la antigua región independiente del Himalaya, lo que desencadenó una represión en la que el palacio fue bombardeado y miles fueron asesinados por las tropas chinas.
Una segunda fuente de la gran comunidad de exiliados tibetanos en la India confirmó haber oído hablar del incidente de Potala, pero tampoco dio más detalles.
Hasta el momento, se ha confirmado que 157 tibetanos se han prendido fuego desde 2009 para protestar contra el dominio chino en áreas tibetanas, y otros ocho se han quitado la vida en Nepal e India.
El informe anterior de una autoinmolación fue el de un hombre de 26 años llamado Shurmo, que se prendió fuego en septiembre de 2015 en el condado de Nagchu (chino, Naqu) de la Región Autónoma del Tíbet. Su muerte fue confirmada recién en enero del año pasado.
El intento de autoinmolación abortado del viernes ocurrió en el período previo al aniversario del 10 de marzo de la rebelión de 1959, conocido como el Día del Levantamiento Nacional Tibetano, un período en el que el gobierno chino suele reforzar el control y la vigilancia.
Los controles de alta tecnología en las comunicaciones telefónicas y en línea en las áreas tibetanas a menudo impiden que las noticias sobre las protestas y arrestos tibetanos lleguen al mundo exterior.
El líder espiritual exiliado del Tíbet, el Dalai Lama, es vilipendiado por los líderes chinos como un intento separatista de dividir el Tíbet, que fue invadido e incorporado a China por la fuerza en 1950, del control de Beijing.
Sin embargo, el propio Dalai Lama solo dice que busca una mayor autonomía para el Tíbet como parte de China, con protecciones garantizadas para el idioma, la cultura y la religión del Tíbet.
Las autoridades chinas mantienen un estricto control sobre la región, restringiendo las actividades políticas de los tibetanos y la expresión pacífica de su identidad étnica y religiosa, y sometiendo a los tibetanos a persecución, tortura, encarcelamiento y ejecuciones extrajudiciales.
Traducido por Tenzin Dickyi para el Servicio Tibetano de RFA. Escrito en inglés por Paul Eckert.