Según los informes, el presidente Joko Widodo reconoció “graves violaciones de los derechos humanos” en el pasado de su país y lamentó una docena de incidentes ocurridos en el pasado, que se remontan a más de 50 años.
Estos incluyeron la represión anticomunista de 1965-1966, los tiroteos de manifestantes de 1982-1985, las desapariciones forzadas en 1997 y 1998 y el incidente de Wamena en Papúa en 2003.
“Lamento mucho que se hayan producido esas violaciones”, dijo el miércoles.
“El gesto del presidente es un paso en el largo camino hacia la justicia para las víctimas y sus seres queridos”, Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo a los periodistas en una rueda de prensa periódica en Ginebra.
Indignación histórica
Se estima que medio millón de personas murieron en la represión anticomunista de la década de 1960 y decenas de manifestantes a favor de la reforma perdieron la vida en asesinatos durante la década de 1980, dijo.
La violencia se desató después de que los comunistas fueran acusados de matar a seis generales en un intento de golpe de estado en medio de una lucha por el poder entre comunistas, militares y grupos islamistas, según informes de prensa.
Según los informes, Widodo es el segundo presidente de Indonesia en admitir públicamente el derramamiento de sangre de la década de 1960, después de la disculpa pública del difunto Abdurrahman Wahid en 2000.
Avanzando
La declaración del Presidente se produjo como resultado de los hallazgos del Equipo para la Resolución Extrajudicial de Graves Violaciones a los Derechos Humanos en el Pasado, que encargó el año pasado, cumpliendo una promesa electoral de 2014.
“Esperamos que el informe se haga público para fomentar la discusión y el debate”, dijo la Sra. Throssell.
Si bien señaló que la declaración del presidente “no excluye más acciones judiciales y se compromete con reformas que deberían garantizar la no repetición”, ACNUDH también instó a las autoridades a aprovechar los “pasos tangibles” tomados para “llevar adelante un proceso de justicia transicional significativo, inclusivo y participativo”.
El portavoz de la OACNUDH dijo que esto debía incluir “garantizar la verdad, la justicia, las reparaciones y la no repetición a las víctimas y las comunidades afectadas, incluidas las víctimas de violencia sexual relacionada con los conflictos”.
Agregó que un proceso completo de justicia transicional “ayudará a romper el ciclo de impunidad de décadas, promover la recuperación nacional y fortalecer la democracia de Indonesia”.
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