GINEBRA: Un organismo de control de la ONU expresó su alarma el miércoles (27 de julio) por el deterioro de los derechos en Hong Kong, especialmente pidiendo al territorio chino que derogue la amplia ley de seguridad nacional impuesta por Beijing hace dos años.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU, compuesto por 18 expertos independientes, dijo que estaba «profundamente preocupado por la interpretación demasiado amplia y la aplicación arbitraria de la ley».
Dijo que, según los informes, la ley había provocado «el arresto de más de 200 personas desde su promulgación en 2020, incluidos 12 niños, por poner en peligro la seguridad nacional».
El comité, que supervisa el respeto de las reglas globales sobre derechos civiles y políticos, dijo que Hong Kong debería «tomar medidas concretas para derogar la actual ley de seguridad nacional y, mientras tanto, abstenerse de aplicar la ley».
La ley de seguridad de 2020, impuesta en medio de una amplia represión después de que las protestas asolaran la ciudad, criminalizaba la subversión, la secesión, el terrorismo y la colusión con fuerzas extranjeras.
En su cuarta revisión periódica de Hong Kong, que a principios de este mes marcó el 25 aniversario de su entrega de Gran Bretaña, el comité lamentó que la ley de seguridad se haya promulgado «sin consultar con el público y la sociedad civil» en la ciudad.
Advirtió que la «falta de claridad» de la ley de seguridad dificultaba determinar qué comportamientos y conductas constituían un delito penal.
También denunció que la ley resucitó la sedición como delito por primera vez en décadas, señalando cómo fue utilizada para acusar a académicos, periodistas y otros “por haber ejercido su legítimo derecho a la libertad de expresión”.
«El Comité está preocupado por el efecto adverso de la interpretación demasiado amplia y la aplicación arbitraria de la ley de seguridad nacional y la legislación sobre sedición, y su impacto en el ejercicio de la libertad de expresión», dijo.
El comité lamentó que los casos de seguridad nacional fueran transferidos a la jurisdicción china, así como «el poder excesivo» que la ley otorga al director ejecutivo de Hong Kong.
Esto, advirtió, «puede socavar efectivamente la independencia del poder judicial y las garantías procesales para el acceso a la justicia y el derecho a un juicio justo».
Una vez que se haya derogado la ley, el comité pidió que el proceso legislativo para promulgar cualquier nueva ley de seguridad nacional sea «inclusivo y transparente, que facilite la participación libre, abierta y significativa de la sociedad civil y el público».