Cortar el acceso de las células cancerosas a la grasa puede ayudar a que un tipo específico de tratamiento contra el cáncer funcione de manera más efectiva, informa un estudio realizado por científicos del Instituto Van Andel.
Los hallazgos, publicados en Biología química celularsientan las bases para desarrollar estrategias dietéticas personalizadas para ayudar a que los medicamentos contra el cáncer eliminen mejor las células malignas.
«Queremos que el tratamiento del cáncer sea más eficaz», afirmó Evan Lien, Ph.D., profesor asistente en VAI y autor correspondiente del estudio. «La mejor manera de hacerlo es comprender cómo se comportan las células cancerosas e identificar formas de romper sus defensas. Nuestros hallazgos son un paso importante hacia dietas basadas en evidencia que algún día podrían aumentar las terapias existentes».
Las grasas son nutrientes críticos necesarios para un funcionamiento saludable. Las células cancerosas secuestran los procesos celulares normales y roban recursos como las grasas, que luego actúan como combustible para que las células enfermas crezcan y se propaguen.
El estudio se centró en la ferroptosis, un tipo de muerte celular que se produce cuando las moléculas de grasa de las células cancerosas sufren daños. En los últimos años, atacar la ferroptosis ha surgido como una vía cada vez más prometedora para desarrollar nuevas estrategias contra el cáncer.
Muchos de los mecanismos que permiten que las células cancerosas crezcan sin control también les permiten evitar los procesos de control de calidad celular que normalmente matan y eliminan las células enfermas. La ferroptosis puede ser una excepción, lo que la convierte en una herramienta potencialmente poderosa para aprovechar en el tratamiento del cáncer.
Utilizando modelos celulares, Lien y su equipo demostraron que eliminar el acceso de las células cancerosas a las grasas las hace altamente sensibles a la ferroptosis y, por extensión, a los medicamentos que inducen la ferroptosis.
Los hallazgos son prometedores, afirma Lien, pero se necesita mucho más trabajo para replicar el descubrimiento en otros modelos de cáncer. Él y su equipo también están investigando si el tipo y la cantidad de grasa pueden manipularse mediante la dieta para hacer que los inductores de ferroptosis funcionen de manera más efectiva.
«La dieta es algo relativamente fácil de modificar», afirmó Lien. «Aún no hemos llegado a ese punto, pero lo que más nos entusiasma es cómo podríamos utilizar lo que aprendemos para algún día diseñar dietas adaptadas a diferentes tipos de tratamiento. Eso podría ser transformador».
Los autores incluyen a Kelly H. Sokol, Cameron J. Lee, Thomas J. Rogers, Ph.D., Althea Waldhart, Abigail E. Ellis, Samuel R. Daniels, Rae J. House, Ph.D., Xinyu Ye, Mary Olsenavich , Amy Johnson, Benjamin R. Furness y Ryan D. Sheldon, Ph.D. de VAI; y Sahithi Madireddy del Instituto Koch para la Investigación Integrativa del Cáncer, Instituto de Tecnología de Massachusetts.