Los economistas de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich (LMU) han investigado las influencias sociales en la higiene menstrual de las trabajadoras en Bangladesh.
Silvia F. Castro y Clarissa Mang del Departamento de Economía de la LMU han realizado un estudio sobre cómo el estigma en Bangladesh afecta las prácticas de salud menstrual de las mujeres. Su artículo «Romper el silencio: debates en grupo y adopción de tecnologías de salud menstrual» se está publicando ahora. publicado en el Revista de economía del desarrollocasi al mismo tiempo que el Día de la Higiene Menstrual de este año.
Castro analiza sus hallazgos aquí.
¿A qué se enfrentan las mujeres en Bangladesh durante su período?
Se enfrentan a un estigma masivo que rodea a la menstruación. Si bien esto está presente en todo el mundo, en muchas partes del subcontinente asiático restringe el acceso de las mujeres a los tan deseados productos menstruales.
Las encuestas en entornos de bajos ingresos muestran que la mayoría de las mujeres simplemente usan un trozo de tela reutilizado para controlar su menstruación. Esto puede funcionar bien si se lava y seca adecuadamente. Pero a medida que las mujeres intentan ocultar su menstruación debido al estigma, evitan usar las instalaciones de lavado de su comunidad o colgar la ropa para que se seque en el patio.
En cambio, pueden lavarlo en lugares que ofrecen privacidad pero que son antihigiénicos, como los pisos de las letrinas públicas. En casa, es posible que guarden la tela cuando aún esté húmeda, intentando nuevamente mantenerla en secreto. Esto puede provocar diversos problemas de salud, especialmente en un país húmedo como Bangladesh.
¿Los productos sanitarios de farmacia son demasiado caros o no son lo suficientemente conocidos?
Anteriormente, se creía que la falta de conocimientos o de fondos disuadía a las mujeres de hacer la transición a productos menstruales alternativos disponibles en el mercado. Pero a pesar de una importante inversión en educación y acceso durante la última década, las tecnologías menstruales específicas para cada período aún no se adoptan universalmente.
Por lo tanto, mi grupo analizó el proceso de compra de toallas sanitarias desechables en el que las mujeres se enfrentan, nuevamente, al estigma. Las farmacias en Bangladesh están situadas en su mayoría en lugares públicos y concurridos y, casi exclusivamente, están dirigidas por vendedores masculinos. Esto desalienta a muchas mujeres a comprar toallas sanitarias, especialmente en contextos sociales donde se considera inapropiado que una mujer compre productos sanitarios femeninos a un vendedor masculino.
Por lo tanto, las mujeres se enfrentan a una disyuntiva: los beneficios de acceder a un producto menstrual diferente frente a la incomodidad y la posible vergüenza social en una tienda o farmacia.
¿Cómo se podría ayudar a esta situación?
Nuestra hipótesis era que los debates abiertos sobre la menstruación podrían eliminar el tabú, alterar las percepciones de las mujeres sobre la salud menstrual y cambiar su comportamiento. Hasta ahora, el estigma sobre la menstruación y el ocultamiento de todo lo relacionado impiden las discusiones incluso en casa entre madre e hija. Por lo tanto, investigamos cómo debilitar este tabú simplemente hablando de períodos afectaría el acceso de las mujeres a productos menstruales alternativos.
¿Cómo se diseñó el estudio?
Nuestra investigación empírica involucró a trabajadoras de una gran fábrica de ropa en Bangladesh. Las mujeres del grupo de tratamiento participaron en debates de una hora con entre 15 y 20 compañeras.
En este ambiente seguro, se las animó a compartir experiencias personales y participaron en debates abiertos y honestos sobre la menstruación como parte de sus vidas. Para muchas de ellas, ésta era la primera vez que hablaban abiertamente sobre una parte tan crucial de la vida de las mujeres.
Luego monitoreamos los efectos de las discusiones sobre la disposición a comprar o coleccionar productos y los comparamos con un grupo de control que no se había unido a las discusiones. Para reflejar las condiciones de la vida real, la recogida de estos productos se organizó en una tienda de conveniencia en los terrenos de la fábrica, dirigida por un hombre.
Luego, el estudio utilizó dos métricas: cómo las mujeres validaron las toallas sanitarias familiares, pero también cómo adoptaron un producto novedoso hasta ahora desconocido: una ropa interior antibacteriana reutilizable. Para comprender mejor los mecanismos subyacentes de las elecciones de las mujeres, empleamos un «experimento de elección discreta», variando el precio del producto, el género del comerciante y la privacidad de la compra.
¿Cuáles fueron los resultados?
Nuestros experimentos mostraron que las mujeres que participaron en las discusiones estaban dispuestas a pagar un 25% más por las toallas sanitarias, lo que muestra un cambio sustancial en su validación de las mismas. Aquí distinguimos entre las mujeres que normalmente usan telas reutilizadas y aquellas que usan toallas sanitarias, que compran estos productos ellas mismas o envían a sus maridos a la tienda.
Encontramos los efectos más fuertes entre las mujeres que dependían de sus maridos, evitando así una posible vergüenza en la tienda. Además, el grupo de discusión tenía un 14% más de probabilidades de adquirir la novedosa ropa interior menstrual que se les proporcionaba de forma gratuita, en comparación con el 71% en el grupo de control. El experimento de elección discreta validó los principales hallazgos de que las mujeres se sentían considerablemente más disuadidas por cuestiones relacionadas con el estigma que por cuestiones monetarias.
Esto subrayó que las cuestiones relacionadas con el estigma eran factores importantes que impedían que las mujeres compraran los productos sanitarios que deseaban, y parecía que hablar sobre el tema les daba más confianza para hacerlo.
Nuestro estudio es el primero en demostrar experimentalmente que normalizar el tema de la menstruación y generar conversaciones al respecto permite a las mujeres acceder a mejores productos menstruales. Desde el punto de vista de un economista, la menstruación tiene efectos en la mitad de la fuerza laboral mundial (mensualmente).
Más información:
Silvia Castro et al, Rompiendo el silencio: debates grupales y adopción de tecnologías de salud menstrual, Revista de economía del desarrollo (2024). DOI: 10.1016/j.jdeveco.2024.103264
Citación: Hablar de un tabú: una encuesta revela el estigma en torno a las prácticas de salud menstrual de las mujeres en Bangladesh (2024, 29 de mayo) obtenido el 29 de mayo de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-05-taboo-survey-reveals-stigma-women .html
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