Esto es particularmente cierto durante la ICSI, donde el embriólogo tiene que coordinarse entre dos joysticks, uno en cada mano, para inyectar el esperma en el óvulo.
“Se necesita un cierto tipo de carácter para encajar en este papel”, sonrió Chan. También hay que ser ordenado y meticuloso, lo que ella describe como “un poco de TOC”, refiriéndose al trastorno obsesivo compulsivo, un término que suele utilizarse para reflejar la tendencia de una persona a repetir ciertos comportamientos.
“Algunas personas piensan que el trabajo de un embriólogo es muy glamoroso, pero yo siempre le digo a la gente que somos como una cocina: estamos creando una receta, cocinando el caldo, luego lo metemos en el horno antes de que el producto final esté listo”. dijo Chan.
FORMACIÓN RIGUROSA EN EL TRABAJO
Todos los embriólogos tienen antecedentes en biología y la calificación mínima es un título en ciencias; no hay un curso de grado básico en embriología, dijo Chan. Los embriólogos en Singapur reciben capacitación interna, en el laboratorio. Según el tiempo que le tome a uno dominar la experiencia técnica específica para ciertas tareas, la capacitación podría variar de tres a cinco años, dijo.