Hasta el momento se ha confirmado que 19 de las 40 víctimas mortales en un incendio en una estación migratoria de Ciudad Juárez, son guatemaltecos, mientras otros nueve quedaron hospitalizados en México, pero muchos de ellos aún no han sido identificados.
Familiares de las víctimas han viajado hasta allí para reunirse con ellos y observar la situación de salud que enfrentan después de una tragedia que genera reacciones de condena en la población.
“Se me hace muy inhumano, de entrada, se sabe que emigrar no es un delito, todos buscan oportunidades, sobresalir, darle una mejor vida a su familia y el hecho que estuvieran las personas encargadas del lugar y que les hayan dado la espalda, duele”, dijo Priscila López en la capital guatemalteca.
Para la joven Kelly Orantes, “lo primero que siente es impotencia de no poder hacer nada, pero también en pensar que es parte de los riesgos que uno corre al migrar”.
El analista en temas migratorios Fernando Castro considera que la respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores para identificar los cuerpos ha sido muy lenta.
“Es un proceso que se ha retrasado. Con mucha razón los familiares han manifestado la poca información que tan obtenida de las autoridades”, dijo.
Agregó que “lo que hace falta es una orientación por parte de las autoridades vinculadas al tema migratorio, porque es más fácil promover la migración y recibir remesas, que orientar sobre los peligros serios que conlleva la migración irregular, es una irresponsabilidad de parte de las autoridades”.
Desde la Cancillería en Guatemala, las autoridades afirmaron que para confirmar la identidad de los fallecidos, técnicos del Registro Nacional de Personas, RENAP, viajaron a México para hacer el reconocimiento a través de huellas dactilares, lo cual ha demorado el proceso.
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