El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció el jueves la política nacional del litio de su gobierno, que se basará en una alianza para la extracción del mineral con el sector privado, hasta ahora el único que lo explotaba en el país.
La demanda internacional es muy alta, pues se destina a la elaboración de baterías eléctricas.
Chile tiene la tercera mayor reserva mundial de litio con 9,6 millones de toneladas, solo detrás de Argentina, con 19,3 millones de toneladas, y de Bolivia, con 21 millones de toneladas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El año pasado Chile fue el segundo productor mundial con un estimado de 39.000 toneladas métricas, después de Australia, con 61.000 toneladas.
Boric, que habló a través de una cadena nacional de medios de comunicación, informó que el Estado chileno participará en todo el ciclo productivo del litio en virtud de una “colaboración virtuosa” público-privada, en la que “el control lo tendrá el Estado ”.
“Cualquier privado, ya sea extranjero o local, que quiera explotar litio en Chile deberá asociarse con el Estado”, añadió.
Agregó que el Estado impulsará la generación de productos de litio con valor agregado, y no sólo la extracción. El desafío del país es, según explicado, que se transforme en el principal productor de litio del mundo.
Boric dijo que el litio sólo se extrae desde el salar de Atacama, en el norte de Chile, que representa más del 30% del mercado global. Puntualizó que en el país sudamericano hay otros 60 salares.
Ante el planteamiento de crear una Empresa Nacional del Litio, Boric excluyó que ésta no se establecerá de manera expedita porque el proyecto de ley para crearla requiere quórum calificado, lo que significa que debe ser aprobado por una mayoría absoluta de los diputados y senadores en un Congreso muy fragmentado.
Mientras se tramita el proyecto, serán empresas estatales como la Corporación Nacional del Cobre la que suscribirá los acuerdos con privados en las licitaciones para explotar los yacimientos del mineral.
La ministra de Minería, Marcela Hernando, explicó recientemente ante el Congreso que el Estado chileno no puede avanzar solo en la explotación del litio porque “la tecnología y los conocimientos están en la industria privada”, por lo que debe hacerse en una alianza pública- privada.
Sin embargo, enfatizó que “el Estado es el dueño del litio”, lo que es “intransable” para el gobierno.
Actualmente, son dos las empresas que explotan el mineral en el país sudamericano: la estadounidense Albemarle y la Sociedad Química y Minera, Soquimich, cuyo controlador desde hace tres décadas es Julio Ponce, un exyerno del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
Boric dijo que sus contratos actuales serán respetados, aunque no descartó que el Estado se asocie con ellas.
Soquimich aportó por la explotación del año pasado y por el arriendo de un salar con yacimientos de litio más de 5.000 millones de dólares al Estado, casi el doble de lo generado por la compañía estatal de cobre, mientras que Albemarle lo hizo con 600 millones de dólares.
La ministra también aclaró que los privados que quieran aprovechar el litio lo harán por explotación directa y no a través de la evaporación, un sistema que implica vaporizar dos millones de litros de agua por cada tonelada del mineral.
Los especialistas estiman que la demanda por litio endureció con dificultad en las próximas dos décadas debido a la transición energética hacia energías renovables ya que los vehículos eléctricos usan baterías de litio.
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