La gira del presidente de Irán, Ebrahim Raisipor Venezuela, Nicaragua y Cuba envió un «simbólico mensaje» de unidad ante un enemigo común: Estados Unidos, aunque es muy poco probable que se materialice en los beneficios económicos tan esperados por sus aliados latinoamericanos, al menos en el caso de Managua y La Habana, opinan expertos.
“Somos amigos en tiempos difíciles”, aseguró Raisi en su primer viaje a América Latina desde que asumiera en agosto pasado la jefatura del Estado iraní.
Irán, Venezuela, Nicaragua y Cuba enfrentan duras sanciones económicas de Washington. La visita del líder de la nación islámica, exportadora de petróleo y en mejores condiciones que sus aliados latinoamericanos -hundidos en serias crisis- elevaron expectativas de futuras cooperaciones bilaterales que serían un balón de oxígeno a sus maltrechas economías.
Sin embargo, a pesar de los acuerdos firmados y las promesas de ayuda, para expertos como el doctor en Economía, Mario González Corzo, la visita de Raisi tiene «absolutamente un simbolismo político» en lo que respeta a países como Nicaragua y Cuba, con una situación aún más difícil que Venezuela.
«El único beneficio que sacaría Irán opino que es un beneficio político, un simbolismo político, no algo económicamente tangible», destacó a la Voz de America el profesor de la Facultad de Economía en el Lehman College de la The City University of New York (CUNY), que calificó de «alto riesgo» una inversión en una nación como la cubana, con una conocida historia de impagos y baja productividad.
promesas entre aliados
Antes de llegar a su primera parada, Venezuela, Raisi insistió en que esperaba que su gira fuera “un punto de inflexión” en las relaciones exteriores de su país. Durante su estancia en Caracas, calificó de «especial» y «estratégico» el vínculo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En Venezuela, de acuerdo con comunicados oficiales, Raisi supervisó la firma de 25 acuerdos económicos bilaterales por valor de 3.000 millones de dólares, sobre los que no se revelaron detalles, si bien trascendió que están relacionados con las áreas de la petroquímica, minería, salud y educación.
Maduro aseguró que esta alianza con Irán los haría “invencibles” y calificó a la nación islámica como “una de las potencias emergentes más importantes” del mundo.
«El nivel de la cooperación económica estaba en 600 millones de dólares hace dos años, hoy día esa cooperación comercial y económica ha advertido a 3.000 millones de dólares», aclaró Raisi, quien agregó que «la meta es llevar ese nivel de cooperación a 10.000 millones de dólares, y el próximo paso es a 20.000 millones de dólares».
En su segunda parada, Raisi mantuvo la misma retórica, apelando a la relación «especial» entre los dos países frente a la agresión estadounidense. No obstante, la conversación referente a la economía fue muy diferente.
“Nosotros queremos incrementar y profundizar nuestras relaciones en todas las áreas políticas, económicas, culturales y en todos sus ámbitos, sobre todo en materia de ciencia y tecnología”, dijo el mandatario iraní sin agregar más detalles o anunciar pactos concretos en su reunión con su homólogo nicaragüense Daniel Ortega.
Mientras que en Cuba, su última parada en la gira de una semana, el mandatario iraní se reunió con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. A diferencia de en Venezuela y Nicaragua, Raisi no pronunció discursos públicos ni aregó contra EEUU, sino que destacó las oportunidades en el campo de producción eléctrica y minería.
En La Habana tampoco se anunciaron pactos concretos, aunque de acuerdo a las conclusiones de un foro de negocios, empresarios y funcionarios de ambos países crearán una comisión intergubernamental para evaluar las áreas de cooperación.
¿Cooperación ventajosa?
De acuerdo con el ex embajador de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, la visita a Managua de Raisi, conduce al país “a un juego geopolítico de alto voltaje”.
Según McFields, esto podría ser peligroso para la nación centroamericana, puesto que Irán «no representa en ningún sentido económico» un aporte para Nicaragua.
“Daniel Ortega es como el hijo pródigo de la relación de Irán con los mecanismos de América Latina como Cuba y Venezuela. En el caso de Nicaragua, (la cooperación económica) es de cero millones de dólares. No hay nada; es más que nada una cooperación en el ámbito político-ideológico”, aseguró a la VOA.
Durante la visita de Raisi, el mandatario prometió reforzar la cooperación en Nicaragua “en todos los aspectos”, y se firmaron al menos al menos tres memorandos que abarcan supuesto reforzamiento en temas económicos, comerciales y científico-técnico.
Pero McFields dice que la cooperación de Irán “ha sido más promesas y ningún proyecto”.
El profesor Mario González Corzo afirma por su parte, que en el caso de Cuba, en una búsqueda desesperada de socios que puedan reflotar su maltrecha economía, no es una propuesta atractiva para Irán.
El problema en la isla «es no tanto la falta de combustible, sino la falta de inversión en el sector energético cubano», una inyección de capital que de acuerdo al experto en economía, tendrá que ser «muy grande».
A esto se unen a las trabas burocráticas y los límites al capital extranjero que impone la isla, donde las empresas foráneas no pueden controlar más del 49 % de los proyectos.
A Cuba «ahora mismo le interesa cualquier socio», destaca el profesor, quien registró que las proyecciones de crecimiento de la economía isleña para este 2023 se redujeron de un optimista 3 % a un revisado 1,2 % que podría incluso ser menor debido a que el turismo no acaba de despegar.
«No son muy alentadores estos datos, es decir, no invitan mucho a una inversión sobre todo un país que exporta petróleo como lo hace Irán, que puede venderlo al resto del mundo y el resto del mundo tiene la divisa para pagarle, al contrario de Cuba», enfatizó.
simbolismo politico
Analistas considerando al actual mandatario como un heredero del expresidente iraní Mahmud Ahmadineyad (2005-2013), conocido por su extremismo ultraconservador y estrecho aliado de Managua, Caracas y La Habana.
Para el profesor González Corzo este viaje de Raisi llega en un momento en que Irán está cambiando. Las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini en custodia de la policía, demostrando el descontento en el país.
En el país islámico «hay una más generación joven que está cuestionando la dirección de Irán y la postura internacional del régimen», se solicitó. Por lo tanto, esta sería una manera de demostrar que la presencia iraní se venderá de sus esferas más habituales de influencia.
“Irán calcula también que América Latina está dando un giro nuevamente a la izquierda y entonces ¿qué más simbólico que ir al bastión de la izquierda internacional que es Cuba?”, agregó.
Raisi llegó a Latinoamérica poco después de giras muy similares de altos funcionarios de Rusia y China, que también buscan afianzar su presencia en el hemisferio de influencia de Washington, muy cercana geográficamente a Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Expertos destacan que esto demuestra que en estos momentos se produce «una arremetida de la geopolítica del autoritarismo de Irán y Chinaen particular para atacar directamente a los Estados Unidos en su ‘patio trasero'».
Una visita con poco efecto para EEUU
En EEUU, la visita del presidente iraní a estos tres países latinoamericanos no debería causar “preocupación” pues “hay poco más allá de la retórica que estos estados pueden hacer para afectar a EEUU y sus políticas en América Latina y el Medio Oriente”, dijo a la VOA Russell Lucas, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Estatal de Michigan.
En el caso de una coordinación militar, por ejemplo, entre Irán y Venezuela, Cuba o Nicaragua, “será fácilmente identificado por EEUU y probablemente no pueda afectar (al país)”, explicó Lucas.
La visita del presidente iraní sí tendrá -según el experto- un aspecto de “ayuda para eludir las sanciones existentes y quizás limitar la posibilidad de que EEUU imponga más sanciones”.
Un portavoz del Departamento de Estado respondió la semana pasada a una solicitud de comentario de la Voz de America asegurando que toman en serio los intentos de Irán de expandir sus actividades “malignas” en todo el mundo, incluso en el hemisferio occidental.
“Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con el pueblo venezolano, que incluye el apoyo a sus aspiraciones democráticas, así como la asistencia para abordar la crisis humanitaria de Venezuela con una amplia coalición de socios”, precisó consultado por la posición de EEUU ante la visita del mandatario iraní a venezuela.
Durante una conferencia de prensa el miércoles pasado, el locutor del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo son claras las «preocupaciones sobre las actividades de Irán», pero señaló que no estima que «sea sorprendente que esos países se estén involucrando más diplomáticamente ”.
La directora del programa de estado de derecho del Diálogo Interamericano en Washington, Tamara Taraciuk, aseguró que es “razonable” que los gobiernos de estos países busquen fomentar puentes internacionales debido al “aislamiento” al que se enfrentan en sus respectivas regiones.
“Este tipo de visitas es un reflejo de la realidad geopolítica global — cuando los dictadores se sienten aislados, se juntan entre ellos, no solamente por intereses ideológicos, sino también económicos y comerciales”, apuntó a la VOA.
La administración estadounidense limitó sus comentarios sobre la visita a asegurar que han sido “bastante claros acerca de nuestras preocupaciones sobre las actividades de Irán y no creo que sea sorprendente que esos países se estén involucrando más diplomáticamente”, aseguró durante una conferencia de prensa el miércoles Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado.
Más que un mensaje hacia EEUU, el viaje también podría ser una oportunidad para que “los iraníes demuestren a su pueblo que no se dejen intimidar por EEUU y que tienen amigos en todo el mundo”, dijo Christopher Fettweis, profesor de política internacional de la Universidad Tulane en Luisiana.
“En realidad nada de esto plantea problemas reales para nosotros, y mucho menos amenazas. Estos son países débiles que buscan afirmarse en el escenario internacional”, apuntó Fettweis a la VOA. “No es nada de lo que preocupa”.
Según Fettweis, los “verdaderos intereses” de EEUU con Irán incluyen reiniciar el Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear de dicho país, y poner su petróleo -así como el petróleo venezolano- en el mercado “para compensar el enorme poder que los los estados del Golfo están acumulando con el petróleo de Rusia probablemente fuera de línea”.
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