Lleno de silbidos y ruidos de túnel de viento, GAS sugiere más claramente el estado de la materia implícito en el nombre del proyecto, menos afín a las sesiones de espiritismo en vinilo de Philip Jeck y Leyland Kirby que al psicodrama ambiental primordial que se estaba creando al otro lado del Atlántico por los artistas Kranky. Bowery Eléctrico y Windy & Carl. Se puede escuchar un precedente en el excelente lanzamiento de Voigt de 1996. Las Vegas, Grabado con Jörg Burger como Burger/Ink. Las frecuentes referencias de ese álbum a Roxy Music sugerían una abstracción del grupo. Avalón-era suavidad, lo que puede haber sido la razón por la que Matador lo eligió como el lanzamiento electrónico inaugural del sello indie estadounidense en 1998. GAS Se acerca más al sonido vaporoso de ese álbum que a la grandeza clásica de las grabaciones posteriores de GAS. Es sólo un poco más rockero que los demás.
GAS tiene un tono emocional menos marcado que los álbumes posteriores, que reflejan diferentes fases de las experiencias psicodélicas juveniles de Voigt: la paranoia espinosa de Montaña Zauberberg, La melancolía del descenso de Bosque de Reyes, Los paisajes mentales de viajes puros de los años 2000 Gas pop. Es neutral, un poco difuso, más evocador de un estado onírico que las reflexiones ampliadas que se producen bajo los efectos del LSD. Es el álbum de GAS más sutil, que permite al oyente crear sus propias asociaciones sin mitología, contexto ni ayudas visuales.
GAS La impresión que produce es más fuerte cuanto más se deja escuchar. Es música para perderse, así que cuanto más se escucha, mejor. En su versión completa de 92 minutos, comienza a adquirir algunas de las mismas cualidades meditativas y aturdidoras de los drones de La Monte Young o Charlemagne Palestine: es psicodélica a través de la privación sensorial en lugar de la sobrecarga sensorial.
Las dos pistas no están en Nah y helecho son “GAS 1” y “GAS 3”, que Voigt reemplazó con oscuros miasmas orquestales extraídos de la misma paleta estética que Bosque Real. No son nada despreciables: «GAS 1» brama y ruge como un tornado atrapado dentro de una caja de joyas, mientras que «GAS 3» repite un brillante fragmento de órgano que desaparece dentro y fuera de parches de silencio, pero no es difícil distinguir el clic donde terminan los bucles, y se basan en una repetición incesante en lugar de la deriva libre de Montaña ZauberbergMuestras de ‘s.
GAS Puede que esté destinado a ser uno de esos álbumes clásicos sin una versión definitiva, pero esta nueva reedición deja más claro que nunca que es un gran álbum (aunque de transición). En lugar de abordarlo en el contexto de la música que Voigt haría más tarde, es más gratificante abordarlo desde el otro lado de la línea temporal y verlo como el momento en que la visión romántica, idiosincrásica y profundamente personal de Voigt encontró su expresión más grandiosa hasta el momento.