Del 31 de marzo al 21 de mayo de 2022, la Galería Gagosian presenta en Basilea “David Reed: perder y encontrar“, una exposición de obras recientes del artista estadounidense David Reed.
Fuente: Galería Gagosian. Imagen: david caña, “#746”, 2019-22, óleo, resina alquídica y acrílico sobre poliéster, 243,8 × 137,2 cm © 2022 David Reed/Artists Rights Society (ARS), Nueva York. Foto: Rob McKeever
Nacido en California en 1946, Reed se mudó a Nueva York en 1966 para estudiar en la New York Studio School. Desde 1971 vive y trabaja en la llamada “capital del mundo”. La Gagosian Gallery reproduce un texto de Reed sobre su experiencia en Nueva York, del que deriva el título de la exposición: “Caminando por Manhattan, me fascina ver a la gente y los autos doblar las esquinas y desaparecer. Por un momento suspendido, parecen estar solo parcialmente allí; la parte no visible se ha ido, tal vez para no ser vista nunca más. Mi experiencia reciente con la pintura ha sido similar: perder y encontrar, intuición e instinto..“
Gagosian Gallery explica en un comunicado de prensa, “Entre 1974 y 1975, [Reed] Sintetizó estas corrientes divergentes en una sucesión de altos lienzos abstractos marcados principalmente con trazos negros o rojos pintados de izquierda a derecha, de arriba a abajo y, a veces, en diagonal..”
“Los nuevos lienzos altos de Reed presentan una versión ampliada de uno de sus formatos establecidos., utilizando nuevos materiales y técnicas como el estarcido y el raspado. En estas obras, emplea plantillas cortadas con láser producidas digitalmente, a menudo derivadas de pinceladas en las mismas pinturas; por lo tanto, en algunas pinturas, una pincelada estarcida puede compararse directamente con la marca pintada a mano en la que se basa. Las marcas de la plantilla se inciden y se pintan en la superficie, no se colocan en el lugar. Reed dice que replicar una marca de pincel es imposible, pero que fallar abre nuevas posibilidades. La vibrante paleta también es nueva, pero conserva los fuertes contrastes de valores de obras anteriores. Ocasionalmente, el color surge del gesto: el negro aplicado sobre amarillo, por ejemplo, da como resultado un sorprendente tono de verde. Estas pinturas son, explica Reed, más sobre la capacidad de los gestos para generar algo inesperado que sobre los gestos como fines en sí mismos.“.