La Schelling Architecture Foundation, una organización alemana que reconoce a artistas y escritores por sus contribuciones a la teoría arquitectónica, ha rescindido un premio otorgado al artista y escritor británico James Bridle por la firma de una carta abierta comprometiéndose a boicotear las instituciones culturales israelíes. El premio incluía un premio en efectivo de 10.000 euros (aproximadamente 10.600 dólares).
Bridle, un artista radicado en Atenas que utiliza pronombres ellos/ellos, fue anunciado en junio como ganador del premio bianual de la fundación en honor a sus “destacadas contribuciones a la teoría arquitectónica”. Sin embargo, el domingo, antes de la ceremonia de premiación del miércoles, Bridle fue informada en un correo electrónico del comité de la fundación que había decidido por unanimidad rescindir el premio porque Bridle estaba entre los miles de firmantes de una carta publicada en octubre de 2024 por el periódico literario neoyorquino. LitHub, un medio con sede en Israel, que llamó a boicotear las instituciones culturales israelíes que “son cómplices o han permanecido observadores silenciosos de la abrumadora opresión de los palestinos”, según la carta.
En un comunicado, la fundación dijo que la participación de Bridle en el boicot estaba «en directa contradicción» con las acciones que deberían tomarse con «conciencia de la historia nacional de Alemania». A principios de este mes, el Bundestag alemán adoptó una controversial resolución para frenar el antisemitismo, a pesar de oposición de intelectuales judíos y ONG internacionales, incluida Amnistía Internacional, que advertir de su potencial para reprimir las críticas legítimas al gobierno israelí. La resolución apunta específicamente a “organizaciones o proyectos” que “difunden el antisemitismo, cuestionan el derecho de Israel a existir, piden un boicot a Israel o apoyan activamente al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para recibir apoyo financiero”. La resolución no es jurídicamente vinculante y puede aplicarse a discreción de las organizaciones culturales alemanas.
El martes, Bridle escribió una respuesta a la decisión de la fundación en un artículo para revisión de arte. “No creo que deba recaer en los artistas la responsabilidad de actuar mejor y más éticamente que las instituciones y organizaciones bien financiadas de las que dependen”, escribieron. “Es deber de esas instituciones actuar éticamente y, de hecho, ser conscientes del trabajo de aquellos a quienes ofrecen financiación. Sin embargo, las limitaciones prácticas de tal requisito han quedado muy claras”.
Bridle, cuyo libro ganador Formas de ser contiene descripciones del muro de separación de Israel en Cisjordania, continuó diciendo que, para él, “es imposible separar causas y política” en la forma que busca la Fundación Schelling.