¿Podría haber un cambio en la actitud de Francia hacia los cuidados al final de la vida?
El miércoles 10 de abril, el gobierno francés dio un paso fundamental hacia la reforma de los derechos civiles durante el segundo mandato de Emmanuel Macron.
La administración Macron presentó al Consejo de Ministros un proyecto de ley destinado a legalizar la eutanasia en condiciones estrictas.
Si la propuesta tiene éxito, posicionará a Francia como la séptima nación europea en adoptar la eutanasia, uniéndose a las filas de Suiza, los Países Bajos, Bélgica, España, Portugal y Luxemburgo.
Nueva atención al 'final de la vida'
La propuesta, denominada ley del «fin de la vida», pretende conceder a las personas que padecen dolencias incurables la posibilidad de poner fin a su sufrimiento por medios letales, como afirmó Catherine Vautrin, Ministra de Trabajo y Sanidad, en un comunicado de prensa posterior a la reunión. conferencia.
La iniciativa marca un salto significativo con respecto a la ley Claeys-Leonetti de 2016, que solo permitía la sedación profunda y continua hasta la muerte del paciente.
La legislación propuesta está diseñada para atender a los residentes franceses que enfrentan un pronóstico nefasto en el futuro previsible y soportan un «sufrimiento físico o psicológico insoportable».
El proceso implicará un escrutinio riguroso por parte de múltiples médicos, sin enumerar enfermedades específicas elegibles para la muerte asistida, excepto por una clara exclusión de afecciones degenerativas como el Alzheimer.
Similitudes con la legislación española
El método de eutanasia ofrecerá la posibilidad de elegir entre la autoadministración del fármaco o la aplicación por parte de un médico certificado para quienes no puedan hacerlo por sí mismos, reflejando el modelo español donde la eutanasia es legal desde 2021.
Curiosamente, en España casi 300 personas optaron por esta ruta en 2022, lo que representa una fracción del total de muertes del país.
Este proyecto de ley va acompañado de un compromiso de reforzar la financiación de los cuidados paliativos, incrementándola de los 1.600 millones de euros actuales a 2.700 millones de euros, lo que refleja una parte importante de las necesidades de la población en comparación con los pocos que optan por la eutanasia.
Evitar la etiqueta de eutanasia
A pesar de la clara dirección hacia la legalización de la eutanasia, el gobierno francés duda en utilizar el término directamente.
Como informó Periódico de España, Catherine Vautrin enfatizó la importancia del consentimiento en el proyecto de ley, afirmando: '¿Por qué no hablamos de eutanasia? Porque la eutanasia consiste en matar a alguien con o sin su consentimiento. Y en este texto, evidentemente, hay total consentimiento.'
La opinión pública en Francia muestra un fuerte apoyo a la legalización de la eutanasia, con hasta un 82 por ciento respaldando la iniciativa.
Sin embargo, la oposición de la Iglesia francesa y la demografía católica conservadora presenta un desafío, como se refleja en el enfoque cauteloso de Macron ante el tema.
Está previsto que el proyecto de ley se debata en la Asamblea Nacional francesa el 27 de mayo, donde se prevé que obtenga un apoyo sustancial.