El 23 y 24 de mayo, la FIA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) organizaron una Movernos Seguros taller para analizar la situación de la seguridad vial en Honduras, el papel del seguro vehicular y elementos clave para mejorar la respuesta post-colisión.
Cada año, 1,3 millones de personas mueren en accidentes de tráfico en todo el mundo con consecuencias dramáticas, especialmente en países de ingresos bajos y medianos. En Latinoamérica, 100.000 personas pierden la vida en las carreteras anualmente. La Organización Mundial de la Salud registra una tasa de 17 muertes por cada 100.000 habitantes, por encima de la media mundial, y destaca una tendencia creciente por el aumento del parque de motos.
Más específicamente en Honduras, 1.374 personas han muerto en promedio cada año desde 2013 debido a accidentes de tránsito. Las lesiones graves, el nivel muy bajo de contratación de seguros obligatorios y el impacto de los accidentes de tráfico en el sistema de salud y la economía en general también son cuestiones clave a abordar.
De ahí la importancia de Movernos Seguros, un programa que apoya y acompaña las acciones de los gobiernos para crear o fortalecer el seguro obligatorio de vehículos y convertirlo en un instrumento para la prevención de accidentes de tránsito y un esquema de reparación integral para las víctimas. La iniciativa está alineada con el Plan Global de Seguridad Vial 2021-2030 que, por primera vez, destaca el papel del seguro de vehículos y recomienda hacerlo obligatorio en todos los países.
los Movernos Seguros al taller asistieron entidades gubernamentales relacionadas con el transporte, la salud y los seguros, así como representantes de la FIA, FIA Member Club Asociación Hondureña de Automovilismo Deportivocompañías de seguros, asociaciones de usuarios, víctimas y parlamentarios.
Entre las conclusiones más importantes que surgieron durante el taller, los asistentes coincidieron en la necesidad de desarrollar una agenda de trabajo prioritaria que se centre en lograr una mejor atención post siniestro a las víctimas de la vía. También coincidieron en la necesidad de fortalecer la capacidad de respuesta de las entidades de salud, en particular de los centros públicos. Incluso compartieron la idea de que se deben fortalecer los programas de seguridad vial para incluir la formación profesional de los conductores en Honduras y que el seguro vehicular obligatorio puede ser un aporte importante, adaptándolo a la realidad económica del país.