Refresco. Crédito: Pixabay.
Un nuevo informe revela un aumento sorprendente en la cantidad de microplásticos encontrados en marcas populares de gaseosas cuanto más se abren las botellas de plástico, lo que representa riesgos potenciales para la salud de los consumidores.
Los hallazgos, publicados por la El grupo ecologista francés Agir pour l’Environnementhan suscitado nuevas preocupaciones sobre la seguridad de las botellas de plástico.
Detectan seis tipos de partículas de plástico en bebidas de marca comunes
El estudio, realizado por dos laboratorios independientes, analizó refrescos de Coca-Cola y Schweppes e identificó seis tipos diferentes de partículas de plástico. Estos micro y nanoplásticos se detectaron en cantidades variables en función de la frecuencia con la que se abría la botella, simulando el uso típico del consumidor.
Según Agir pour l’Environnement, «los fabricantes declaran únicamente dos polímeros en contacto con la bebida: el polietileno (PE) para el tapón y el PET para la botella». Sin embargo, el descubrimiento de otros polímeros plásticos ha llevado a la organización a cuestionar la transparencia de los fabricantes y la supervisión de las autoridades sanitarias.
Los niveles de microplásticos aumentan con el aumento de aperturas de botellas
Los resultados del estudio son especialmente preocupantes para los expatriados y residentes en toda la UE, donde las bebidas embotelladas de plástico son un producto básico. Al abrir por primera vez una botella de un litro, los investigadores encontraron cuatro partículas de microplástico en Coca-Cola y 4,6 partículas en Schweppes. Sin embargo, después de abrir la botella 20 veces, estas cifras se dispararon a 46 y 62 partículas por litro.
La mayoría de las partículas detectadas tenían un tamaño inferior a 500 micrómetros (µm), y una parte significativa tenía un tamaño inferior a 100 µm. Las partículas de hasta 50 µm se asociaban con frecuencia a aberturas repetidas. El informe también destacó la presencia de una “gran cantidad” de nanopartículas, que tienen formas irregulares que pueden aumentar su interacción con las células humanas y otros polímeros.
Los hallazgos han reavivado el debate sobre los microplásticos en los productos de consumo, especialmente en la UE, donde las normas medioambientales y sanitarias suelen ser estrictas. Agir pour l’Environnement ha instado a las autoridades francesas a establecer directrices más estrictas para limitar la contaminación por plásticos en alimentos y bebidas.
Este informe surge a raíz de un estudio previo de la organización sobre las micropartículas de plástico en las marcas de agua embotellada vendidas en Francia, que atrajo la atención pública sobre el tema hace dos años. En ese momento, se estimó que las personas ingieren entre 39.000 y 52.000 partículas de microplástico al año solo a través de los alimentos. Si se considera la inhalación, estas cifras podrían ascender a entre 74.000 y 121.000 partículas al año.
Crecientes preocupaciones sanitarias por los microplásticos
Aunque todavía se está investigando el impacto total de la exposición a los microplásticos en la salud humana, la evidencia cada vez mayor de su presencia en artículos de uso diario es motivo de preocupación. A medida que avanza la investigación, la necesidad de una acción regulatoria más firme y de concienciar a los consumidores se vuelve cada vez más crítica.