La inflamación de la cavidad abdominal en fetos humanos como consecuencia de una perforación intestinal probablemente esté causada por proteínas contenidas en las heces fetales. Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Kobe que establece un nuevo modelo de ratón que permite la investigación y el desarrollo de fármacos para una enfermedad que de otro modo sería difícil de abordar.
Las heces del feto, llamadas «meconio», son estériles, pero provocan una inflamación de la cavidad abdominal cuando se filtran del intestino después de una perforación. Se trata de una afección llamada «peritonitis meconial», que pone en peligro la vida del bebé y tiene una tasa de mortalidad del 10% al 15% en humanos, y no se han establecido ni las causas ni el tratamiento.
Por ello, el pediatra de la Universidad de Kobe FUJIOKA Kazumichi y su equipo decidieron reproducir la enfermedad en ratones. Dado que el desarrollo intestinal de los ratones y de los humanos es diferente, el intestino de una cría de ratón recién nacida es equivalente al de un feto humano después de la semana 12 de embarazo, pero aun así, la cría de ratón es demasiado pequeña y frágil para inducir la enfermedad mediante una operación. Por ello, el equipo de investigación creó una suspensión de meconio, que extrajeron de recién nacidos humanos, y la inyectaron en la cavidad abdominal de las crías. A continuación, caracterizaron la enfermedad resultante y compararon las tasas de mortalidad de las crías en respuesta a diferentes tratamientos.
Sus resultados, publicados en la revista Investigación pediátricamuestran que la mortalidad no se vio afectada por el tratamiento con antibióticos, descartando una causa bacteriana. Sin embargo, cuando trataron térmicamente la suspensión de meconio antes de la inyección, lo que altera las formas naturales de las proteínas, encontraron una reducción significativa en la mortalidad. Esto indica que las proteínas contenidas en el meconio son responsables de la inflamación y, en particular, los investigadores suponen que las enzimas digestivas que abundan en el meconio son las culpables.
El desarrollo de la Universidad de Kobe también tiene implicaciones más generales. En un conjunto diferente de experimentos, Fujioka y su equipo caracterizaron el estado de las crías de ratones después de la administración de meconio en suspensión mediante el análisis de los perfiles bioquímicos y de expresión genética de los ratones. Al comparar eso con los resultados de un modelo de ratón establecido previamente, en el que se inyectó a las crías un extracto de contenido intestinal de ratones adultos, pudieron demostrar que su modelo produce síntomas diferentes. Los investigadores, que creen que es probable que su modelo sea específico de la inflamación causada por el meconio, sostienen que es una plataforma adecuada para realizar más investigaciones sobre la enfermedad.
Fujioka y su equipo esperan que su trabajo permita la búsqueda de un tratamiento eficaz para esta enfermedad, que se da en aproximadamente uno de cada 35.000 nacimientos vivos. Concluyen su artículo diciendo: «Como nuestro modelo de ratón es simple y altamente reproducible, puede utilizarse en la investigación para dilucidar la fisiopatología de la peritonitis meconial».
Esta investigación fue financiada por la Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia (subvenciones 18K15710 y 20K08229), la Fundación Morinaga Hoshi-kai, la Fundación Kawano Masanori Memorial Public Interest Incorporated para la Promoción de la Pediatría y la Fundación Japonesa para la Investigación Pediátrica.