AVONDALE, La. — Cuando vengas al sur a jugar golf, es mejor que esperes ver algunas criaturas parecidas a dinosaurios. Es difícil no pensar en Happy Gilmore cuando aparece un caimán en un evento del PGA Tour.
De todos modos, algunos jugadores del Tour manejan la situación mejor que otros. Si tu recuerdas, Cody Gribble le dio un toque de amor a un caimán para sacarlo del camino.
Y Rory McIlroy no pudo alejarse lo suficiente.
El sábado en el Zurich Classic de Nueva Orleans, Callum Tarren no vio al caimán al principio, pero una vez que lo hizo, entró en pánico.
Sin embargo, no podemos burlarnos de él, todos (aparte de los locos) haríamos lo mismo.
Y si eso no fuera suficiente, otro caimán detuvo el juego mientras regresaba a casa. Perdón, Keegan.