WASHINGTON: Estados Unidos impuso el viernes (27 de mayo) sanciones a dos bancos rusos, una empresa norcoreana y una persona a la que acusó de apoyar el programa de armas de destrucción masiva de Corea del Norte, aumentando la presión sobre Pyongyang por sus nuevos lanzamientos de misiles balísticos.
La última medida estadounidense se produjo un día después de que China y Rusia vetaron una iniciativa liderada por Estados Unidos para imponer más sanciones de las Naciones Unidas a Corea del Norte por sus lanzamientos de misiles balísticos, dividiendo públicamente al Consejo de Seguridad de la ONU por primera vez desde que comenzó a castigar a Pyongyang en 2006.
Los vetos se produjeron a pesar de lo que Estados Unidos dice que fue una sexta prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) por parte de Corea del Norte este año y señala que Pyongyang se está preparando para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo en un comunicado que apuntó a Air Koryo Trading Corp, así como a las instituciones financieras rusas Far Eastern Bank y Bank Sputnik por contribuir a la adquisición y generación de ingresos para las organizaciones norcoreanas.
Washington también designó a Jong Yong Nam, representante en Bielorrusia de una organización subordinada a la Segunda Academia de Ciencias Naturales de Corea del Norte (SANS), quien según Washington ha apoyado a organizaciones norcoreanas vinculadas al desarrollo de misiles balísticos.
La misión de Corea del Norte ante las Naciones Unidas en Nueva York no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
«Estados Unidos continuará implementando y haciendo cumplir las sanciones existentes mientras insta a la RPDC (Corea del Norte) a volver a la vía diplomática y abandonar su búsqueda de armas de destrucción masiva y misiles balísticos», dijo el subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Tesoro. Brian Nelson, dijo en el comunicado.
China ha estado instando a Estados Unidos a tomar medidas, incluido el levantamiento de algunas sanciones unilaterales, para incitar a Pyongyang a reanudar las conversaciones estancadas desde 2019, luego de tres cumbres fallidas entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump. Estados Unidos ha dicho que Pyongyang no debería ser recompensado.