WASHINGTON: Estados Unidos condenó el lunes (3 de julio) a las autoridades de Hong Kong por otorgar recompensas vinculadas a activistas por la democracia con sede en el extranjero, diciendo que la medida sienta un precedente peligroso que podría amenazar los derechos humanos.
La policía de Hong Kong ofreció recompensas de 1 millón de dólares de Hong Kong (alrededor de 127.600 dólares estadounidenses) por información que conduzca a la captura de ocho destacados disidentes que viven en el extranjero y son buscados por delitos contra la seguridad nacional.
“Estados Unidos condena la emisión de una recompensa internacional por parte de la Policía de Hong Kong” contra los ocho activistas, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado.
«La aplicación extraterritorial de la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing es un precedente peligroso que amenaza los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas en todo el mundo», agregó, y dijo que China está participando en «esfuerzos de represión transnacional».
“Hacemos un llamado al gobierno de Hong Kong para que retire de inmediato esta recompensa, respete la soberanía de otros países y detenga la afirmación internacional de la Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing”.
La ley de seguridad nacional, que ha remodelado la sociedad de Hong Kong y erosionado el cortafuegos que una vez existió entre la región autónoma especial y el continente, tiene el poder de hacer que las personas acusadas en todo el mundo rindan cuentas.
Se alega que los ocho activistas se confabularon con fuerzas extranjeras para poner en peligro la seguridad nacional, un delito que conlleva una sentencia de hasta cadena perpetua.
Human Rights Watch (HRW) también intervino desde su sede en Nueva York para atacar las recompensas como «infundadas» y una expansión de la «campaña de intimidación política de China más allá de sus fronteras».
“El gobierno de Hong Kong va cada vez más allá para perseguir a la disidencia pacífica tanto dentro como fuera de Hong Kong”, dijo en un comunicado Maya Wang, directora asociada de HRW para Asia.
«Ofrecer una recompensa transfronteriza es un débil intento de intimidar a los activistas y representantes electos fuera de Hong Kong que defienden los derechos de las personas contra la creciente represión de Beijing».