Una famosa escultura de Michelangelo Pistoletto, uno de los artistas vivos más célebres de Italia, fue destruida en un incendio el miércoles por la mañana frente al Ayuntamiento de Nápoles. El fuego derritió rápidamente la figura de yeso, dejando solo el esqueleto de metal.
la escultura de Pistoletto, titulada Venus en harapos, presentaba una Venus desnuda neoclásica rebuscando entre una pila de trapos coloridos, contrastando la belleza divina con la indigencia terrenal, según el artista. La primera versión de Venus se hizo en 1967; esta iteración a gran escala se instaló en la céntrica Piazza Municipio el 28 de junio.
La causa del incendio aún no se ha determinado. Sin embargo, el alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, dijo en un comunicado que las autoridades están investigando la posibilidad de un incendio provocado. “Estoy incrédula, entristecida. Pusieron Pistoletto’s Venus de harapos en llamas”, dijo Vincenzo Trione, asesor cultural de Manfredi, en una conferencia de prensa el miércoles.
Un Pistoletto consternado le dijo al Corriere della Sera diario que podría haber innumerables motivaciones para la destrucción.
“Es una obra que llama a la regeneración, a la necesidad de encontrar el equilibrio y la armonía entre dos mentes que están representadas por un lado por la belleza y por el otro por el consumismo consumado, un desastre”, dijo el artista de 90 años. Dijo el viejo artista.
Continuó: “El mundo se está incendiando de todos modos. Los mismos espíritus que están haciendo la guerra son los que incendiaron la Venus.
Pistoletto, de 90 años, es una de las figuras más destacadas del Arte Povera italiano, un movimiento activo desde finales de la década de 1960 hasta la de 1970. Sus miembros buscaron crear un nuevo lenguaje escultórico a partir de materiales mundanos y efímeros, inspirando al crítico de arte y curador italiano Germano Celant a acuñar el término arte povera, que significa “arte pobre”. El éxito de Pistoletto ayudó a lanzar la ideología a la conciencia artística global. Participó en Documenta en Kassel varias veces y fue galardonado con el León de Oro en la Bienal de Venecia de 2003 en reconocimiento al trabajo de su vida.