El agua es esencial para el funcionamiento diario y la salud, y sólo podemos sobrevivir algunos días sin él. Sin embargo, perdemos agua constantemente a través del sudor, la orina e incluso la evaporación cuando respiramos.
Esta es la razón por la que nosotros han evolucionado una forma de regular y mantener el agua en nuestro cuerpo. Al igual que otros animales, nuestra supervivencia depende de un fuerte impulso biológico que nos dice que busquemos y bebamos agua para equilibrar la pérdida de líquidos.
Esto es sed: una sensación de sequedad en la boca que indica que necesitamos beber. Este mecanismo fisiológico básico está controlado principalmente por una parte del «centro de control» del cerebro, llamado hipotálamo. el hipotálamo recibe señales de varias regiones del cuerpo y, a cambio, libera hormonas que actúan como mensajero para señalar la sensación de sed.
¿Qué es la deshidratación?
Mantenerse hidratado (tener suficiente agua en el cuerpo) es importante para varias razonesincluido:
- regular la temperatura corporal a través del sudor y la respiración
- lubricar las articulaciones y los ojos
- prevenir infecciones
- digerir y absorber nutrientes
- eliminar los desechos (a través de los riñones)
- prevenir el estreñimiento
- función cerebral (incluyendo memoria y concentración)
- estado de ánimo y niveles de energía
- Rendimiento físico y recuperación del ejercicio.
- salud de la piel.
La deshidratación ocurre cuando nuestro cuerpo no tiene suficiente agua. Incluso ligeras caídas en los niveles de líquido han consecuencias notablescomo dolores de cabeza, mareos, letargo y dificultad para concentrarse.
Deshidratación crónica puede plantear riesgos para la salud más graves, incluidas infecciones del tracto urinario, estreñimiento y cálculos renales.
¿Qué dice la evidencia?
A pesar de que la sed es uno de los impulsores biológicos más básicos para una buena hidratación, la ciencia sugiere que nuestra sensación de sed y la posterior ingesta de líquidos no siempre se correlacionan con los niveles de hidratación.
Por ejemplo, un estudio reciente exploraron el impacto de la sed en la ingesta de líquidos y el estado de hidratación. Los participantes asistieron a un laboratorio por la mañana y luego por la tarde para proporcionar marcadores del estado de hidratación (como orina, muestras de sangre y peso corporal). La relación entre los niveles de sed por la mañana y el estado de hidratación por la tarde fue insignificante.
Además, la sed puede deberse a factores ambientales, como el acceso al agua. Por ejemplo, un estudio Se analizó si el amplio acceso al agua en un laboratorio influía en la cantidad que bebían las personas y en su nivel de hidratación. El vínculo entre la sed que sentían y su nivel de hidratación era débil, lo que sugiere que la disponibilidad de agua influía en su ingesta de líquidos más que la sed.
El ejercicio también puede cambiar nuestro mecanismo de sedaunque los estudios son limitados en esta etapa.
Curiosamente, las investigaciones muestran que las mujeres experimentan sed con más fuerza que los hombres, independientemente del estado de hidratación. entender diferencias de género en la sedlos investigadores infundieron líquidos a hombres y mujeres y luego midieron su sed y su nivel de hidratación. Descubrieron que las mujeres generalmente reportaban sed con un nivel más bajo de pérdida de líquidos. También se ha descubierto que las mujeres responden más sentir sed bebiendo más agua.
Otras formas de saber si necesitas beber un poco de agua
Si bien reconocemos que algunas personas necesitarán beber más o menos, para muchas personas, ocho tazas (o dos litros) al día es una buena cantidad de agua a la que aspirar.
Pero más allá de la sed, hay muchas otras formas de saber si es posible que necesite beber más agua.
1. color de la orina: La orina de color amarillo pálido generalmente indica buena hidratación, mientras que la orina más oscura y concentrada sugiere deshidratación.
2. frecuencia de ir al baño: orinar regularmente (alrededor de cuatro a seis veces al día) indica una buena hidratación. La micción poco frecuente puede indicar deshidratación
3. prueba de turgencia cutánea: suavemente pellizcando la piel (por ejemplo, en el dorso de la mano) y observar qué tan rápido la piel vuelve a su posición normal puede ayudar a evaluar la hidratación. El retorno lento puede indicar deshidratación
4. boca y labios: La boca seca o los labios agrietados pueden ser signos tempranos de deshidratación.
5. dolores de cabeza y fatiga: dolores de cabeza frecuentes, mareos o fatiga inexplicable pueden ser signos de hidratación inadecuada
6. sudoración: En personas físicamente activas, controlar cuánto sudan durante la actividad puede ayudar a estimar la pérdida de líquidos y las necesidades de hidratación. Los niveles más altos de sudor pueden predisponer a una persona a la deshidratación si no puede reponer el líquido perdido por la ingesta de agua.
Estos indicadores, utilizados en conjunto, proporcionan un panorama más completo de la hidratación sin depender únicamente de la sensación de sed.
Por supuesto, si tienes sed, sigue siendo una buena idea beber un poco de agua.
Este artículo se republica desde La conversación bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.
Citación: ¿Es la sed un buen predictor de deshidratación? (2024, 1 de noviembre) obtenido el 1 de noviembre de 2024 en https://medicalxpress.com/news/2024-11-thirst-good-predictor-dehidratotion.html
Este documento está sujeto a derechos de autor. Aparte de cualquier trato justo con fines de estudio o investigación privados, ninguna parte puede reproducirse sin el permiso por escrito. El contenido se proporciona únicamente con fines informativos.