El matrimonio entre miembros de la realeza por razones políticas y de otro tipo es bien conocido, aunque la práctica casi ha desaparecido en los últimos tiempos. Sin embargo, esa práctica ha llevado a algunos a creer que la reina Isabel II bien podría ser descendiente de los Profeta Muhammad.
El informe de MyLondon dice que la teoría es que la reina Isabel II es la 43ª nieta del Profeta del Islam, el vínculo proviene de un antepasado español.
Las familias reales de Europa han estado conectadas entre sí durante mucho tiempo con linajes reales que se remontan a cientos de años, hasta matrimonios arreglados a través de las fronteras y entre personas que a veces ni siquiera hablaban el mismo idioma.
Uno de los linajes que se remonta es a la ‘Reconquista’ de España, donde la Europa católica se enfrentó con los musulmanes moros que gobernaron la Península Ibérica durante 700 años entre los siglos VIII y XV.
Un nombre que interesa a los estudiosos que han estudiado la historia, es Zaida de Sevilla a quien se ha identificado como morisca.
Un nombre de particular interés que surge al revisar los libros de historia de esa época es el de una tal Zaida de Sevilla, a quien se ha identificado como morisca. El término se usó en ese momento para referirse a los moros musulmanes y judíos que permanecieron en territorios capturados por los ejércitos católicos y aparentemente se convirtieron al cristianismo para evadir el exilio o la matanza.
Nació en Andalucía, al sur de España, en 1070 y fue una princesa de la dinastía gobernante Abbadid, que fue fundada en 1023 por Abu al-Qasim Muhammad ibn Abbad, un conocido descendiente del profeta Mahoma.
No se sabe mucho sobre Zaida o su posición en la casa Abbadid, una teoría popular es que ella era la hija de Muhammad al-Mu’tamid, el gobernante musulmán de Sevilla. Lo que se conoce como la huyó de los ejércitos almorávides buscando refugio en Alfonso VI, el rey católico de Castilla.
El rey le proporcionó refugio, pero no como ella esperaba, obligándola a convertirse en su concubina y a cambiar de religión. Luego pasó a ser conocida como Isabel y dio a Alfonso un hijo de nombre Sancho, así como dos hijas Sancha y Elvira.
Sancha se casó con Rodrigo González de Lara de Castilla, cuyos descendientes incluían a la princesa Isabel de Castilla. Vivió entre 1355 y 1392 y estuvo casada con el duque de York, el príncipe Edmund de Langley, hijo del rey Eduardo III.
El hijo de Isabella y Edmund, Ricardo de Conisburgh, conde de Cambridge, fue el abuelo del rey Eduardo IV, antepasado directo de la reina Isabel II. Cuando se emparejan todos los árboles genealógicos, la reina se convierte en la 43.ª nieta del profeta Mahoma.
El vínculo no es muy conocido, pero se cubrió en un estudio de Harold Brooks-Baker en 1986. Entonces, director de publicaciones de Burke’s Peerage, dirigió un importante estudio sobre el linaje de la familia real que decía: «El pueblo británico sabe poco que el la sangre de Mahoma corre por las venas de la Reina. La familia real británica desciende de Mahoma a través de los reyes árabes de Sevilla, que una vez gobernaron España. Por matrimonio, su sangre pasó a los reyes europeos de Portugal y Castilla, y a través de ellos al rey Eduardo IV de Inglaterra del siglo XV”.
El estudio y los enlaces apuntan a que la reina Isabel II es descendiente del profeta Mahoma, sin embargo, los resultados del estudio de Burke parecen no haber ganado mucha publicidad o aceptación.
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